Con mucha pena
y
Nada de gloria


Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

PREVIO:
Superado un virus informático categoría “Arr-7.1”, retomaré el Blog.

I
La expresión correcta es: SIN PENA NI GLORIA.
Se trata de una expresión que describe, como pocas, la mediocridad de una actividad o de un acontecimiento. Lo que se ha hecho o ha ocurrido no merece mucho comentario, pues no ha dado lugar para efectuar una crítica demasiado alabanciosa al respecto, pero que tampoco permite ser lapidario. […]
Al cabo del suceso en cuestión, lejos ha quedado la gloria, no podemos dramatizar y decir que gobierna la pena, sólo nos queda el refugio de la insípida  intrascendencia.

II
Así pasó usted por el Ministerio de la Defensa ciudadana Almirante en Jefe… “Con mucha pena y Nada de gloria”.
Ya le había advertido a usted, el pasado 06JUL2013, que su nombramiento como Ministra de la Defensa la pondría en una especie de “vitrina” y así fue.
En esa oportunidad, luego de mi saludo institucional, le dije:

“No sé si felicitarla por haber sido designada para ocupar, como diría Oscar Yánez, esa ‘silla caliente’; porque es necesario reconocer que su nuevo cargo es una gran vitrina y de él han salido muy mal parados todos, todos, sus antecesores; algunos calificados como ladrones, otros como inútiles, otros como oportunistas, otros como ignorantes, otros como operadores políticos y ninguno como un verdadero militar”.

En su caso usted podría estar ubicada en la categoría de operador político y muy poco, o casi nada, como militar; ni mucho menos como superior jerárquico responsable y preocupada por el bienestar y seguridad social de los integrantes de la FAN, familiares y familiares sobrevivientes amparados por nuestra Ley de Seguridad Social vigente.
Usted se hizo la ciega, sorda y muda ante los graves problemas que padecemos todos los militares profesionales, en servicio activo o situación de retiro, los familiares y los familiares sobrevivientes. ¡Qué diferencia con la otrora Comandante de Personal de la Armada!
Usted se limitó a presentarse en actos de demagogia “guataquera” (ésta última palabra no existe en el diccionario, la correcta es guataquería y usted, como ferviente admiradora de los déspotas del Caribe, debe conocer su significado) para entregar vehículos a unos pocos mientras se hizo la que desconocía las irregularidades de entrega de vehículos a través del IPSFA; anunció, con bombos y platillos, la activación de unas casas para acoger a los militares profesionales en situación de retiro que transitan la llamada tercera edad pretendiendo hacer ver que, esas casas vetustas y mal mantenidas, eran la solución a las gigantescas necesidades que existen en esa área. Se negó a la tramitación de nuestra LEY ORGÁNICA DE SEGURIDAD SOCIAL, ordenada en la Constitución Nacional, instrumento legal que parece no tener ningún valor para usted, pero sí impulsó y dio vida a una “cosa” que llaman “Gran Misión Negro Primero” de la cual se desconoce su presupuesto real, sus controles administrativos y que sólo es una mezcolanza de edificios, armas, mantenimiento, construcción y cualquier otra cosa… con la prestación de servicios de salud, calidad de vida, beneficios socioeconómicos…, es decir, una mezcla irracional de asuntos de desarrollo bélico y construcción de instalaciones con asuntos sociales; asuntos incompatibles donde los primeros priman en detrimento de la Seguridad Social porque ésta siempre es y será desplazada, la oveja negra, debido a que no rinde los “beneficios” que se derivan de las “otras actividades” contempladas en esa “Misión Negro Primero”.
Una de sus excusas para no impulsar nuestra Ley Orgánica de Seguridad Social fue “su alto costo”, la misma absurda excusa esgrimida por la inoperante, inútil, Comisión Permanente de Defensa y Seguridad de la Asamblea Nacional.
¿Alto costo de una Ley Orgánica de Seguridad Social?… ¿y cuánto “cuesta” esa caja negra inauditable denominada “Gran Misión Negro Primero”?
En el ámbito de la defensa nacional, soberanía y la integridad territorial sólo le preguntaré: ¿qué hizo usted por nuestro territorio Esequibo frente la audacia demostrada por Guyana?, ¿qué hizo usted para defender nuestra soberanía ante la injerencia descarada de los sátrapas del Caribe en nuestros asuntos internos?, ¿qué hizo usted frente al innegable tráfico de drogas donde aparecen presuntamente implicados militares profesionales de muy alto rango?
No vale la pena extenderse más, ya lo dice la explicación de la correcta expresión citada al principio:
“Lo que se ha hecho o ha ocurrido no merece mucho comentario, pues no ha dado lugar para efectuar una crítica demasiado alabanciosa al respecto.
Al cabo del suceso en cuestión, lejos ha quedado la gloria, no podemos dramatizar y decir que gobierna la pena, sólo nos queda el refugio de la insípida  intrascendencia”.

Noviembre, 01 de 2014