¡HEY!
¡Tú… Sargento de la Guardia Nacional!
¡ES CONTIGO!
#ActuaMasQueQuejarte
Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

¿QUÉ ES LO QUE DEFIENDES?

¿Conoce la expresión estás en la picota”? ¿sabe lo que es una ‘picota’?, te lo explico:


“Estas en la picota” significa encontrarse en una situación de descrédito y desprecio por haberse hecho públicos sus faltas y sus vicios.

La picota es una columna de piedra. Fueron construidas durante los siglos XVI y XVII y sobre ellas se ponían las cabezas de los delincuentes ajusticiados.


Bueno, usted, Sargento de la Guardia Nacional, está en la picota, usted y solo usted, porque usted y solo usted, es quien da la cara en la calle; usted y solo usted es quien lanza las lacrimógenas y dispara a ciudadanos desarmados; a usted y solo a usted le atribuyen los heridos y los muertos; usted y solo usted es el que se expone, pasa hambre, sed, calor, difícilmente puede ver a su familia, sus hijos si es que tiene alguno.


Anoche recibí una foto donde aparece usted, Sargento de la Guardia Nacional, agotado; durmiendo en el piso, en la calle, ¿y sabe qué imagen me trajo a la memoria?, ¡mi época de Sub Teniente, cuando tenía un perro pastor belga que dormía en el suelo, en la entrada de mi habitación en el cuartel!, y sentí compasión por usted, por ser compañero de armas y por no merecer ese sacrificio por defender ¿qué cosa?, ¿acaso usted, Sargento de la Guardia Nacional, de verdad cree, está realmente convencido, de que está defendiendo la Patria que juró defender?


Por un momento despójese de ese casco, refresque su cerebro, póngalo a funcionar y examine cual es la situación real y se dará cuenta que usted, Sargento de la Guardia Nacional, está defendiendo a unos delincuentes que se hacen llamar jefes, comandantes y algunos se atreven creer que son “líderes”.


¿Acaso algunos de esos jefes multi-soleado está con usted en la primera fila soportando el sol inclemente y los efectos de esas bombas lacrimógenas que usted activa contra un imaginario enemigo que sus únicas armas es un enorme corazón, un amor por Venezuela más grade que el que usted, Sargento de la Guardia Nacional, ha demostrado por ella; un enemigo imaginario armado solo de valor, con una bandera amarilla, azul y roja con sus estrellas; un enemigo imaginario que solo cuenta con su pecho desnudo como escudo para repeler esas lacrimógenas y los perdigones que usted, Sargento de la Guardia Nacional, le dispara casi a quemarropa?


Dígame una cosa Sargento de la Guardia Nacional, ¿cuánto gana usted al mes? …y no me mienta porque sé exactamente cuál es su remuneración básica y cuánto puede ganar dependiendo de sus años de servicio y el número de hijos; ¿acaso eso le alcanza para cubrir sus necesidades de alimento, medicinas, ropa para usted y sus hijos y su esposa; le alcanza para pagar una consulta médica porque los hospitales militares y clínicas militares están colapsadas?, ¿acaso que la póliza de seguros horizonte le cubre alguna intervención quirúrgica, no tanto para usted, sino para alguno de sus padres, o sus hijos o su esposa?, ¿cuándo usted solicita un préstamo al IPSFA, tiene una respuesta tan inmediata como la tiene cualquiera de sus oficiales multi-soleados?


¿Alguna vez usted, Sargento de la Guardia Nacional, podrá tener un vehículo, aunque sea parecido al que tiene su Coronel o su general o a quienes usted defiende y protege?


Entonces, vuelvo a preguntarle: ¿QUÉ DEMONIOS DEFIENDE USTED SARGENTO DE LA GUARDIA NACIONAL?


¿Usted sabe lo que significa crimen de lesa humanidad?


Voy a tratar de explicárselo brevemente porque estoy seguro de que sus jefes nunca se lo han explicado ¿y sabe por qué?… ¡porque a ellos no les interesa que usted lo sepa y así usted, Sargento de la Guardia Nacional, actuará ciegamente para cumplir una orden que es violatoria de los derechos humanos.


Un crimen de lesa humanidad es todo acto tipificado, entre otros, como asesinato, encarcelación u otra privación grave de la libertad física en violación de normas fundamentales del derecho, tortura, violación, persecución de un grupo o colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, la desaparición forzada de personas, acto inhumano que cause sufrimientos o atenten contra la integridad física o mental cuando se cometa como parte de un ataque contra una población civil.


Estos crímenes, Sargento de la Guardia Nacional, no prescriben, es decir, siempre estarán vigentes, no importa cuántos años pasen desde la fecha en la cual fue cometido el crimen y ellos son juzgados por un tribunal internacional denominado Corte Penal Internacional que no tiene nada que ver con los tribunales que usted conoce; ¿pero sabe una cosa?… difícilmente usted será juzgado por ese tribunal internacional, ¡NO!, allí serán juzgados esos jefes que usted tiene y que le imparten la orden de violar los derechos humanos; ellos serán condenados a varios años de prisión ¡pero no los cumplirán en las cárceles venezolanas!, ¡no señor!, ellos serán encerrados en cárceles modernas, con muchas comodidades, seguras, con la debida atención médica y respetando todos sus derechos, es decir, ellos estarán en cárceles de “lujo”; mientras tanto usted, Sargento de la Guardia Nacional, será hecho preso aquí en Venezuela, será juzgado por los tribunales venezolanos y encerrado en cualquiera de las cárceles que usted conoce de su existencia, junto a reos comunes que, al saber que usted fue Sargento de la Guardia Nacional, le darán un “un trato muy especial” que no tendrá nada que ver con sus derechos humanos ni su integridad física ni moral. ¿Y sabe por qué dije que usted fue Sargento de la Guardia Nacional?, sencillamente porque, al ser hallado culpable y sentenciado a cumplir veinte o treinta años de cárcel, será expulsado de la Guardia Nacional y dejará de existir para ese Componente.


Sargento de la Guardia Nacional, haga gala del emblema de su Componente, haga gala de su divisa.


SU EMBLEMA ES LA BALANZA DE LA JUSTICIA Y SU DIVISA ES EL HONOR.


¡Respételos y hágalos respetar! La Guardia Nacional que yo conocí durante mis años de servicio como Oficial del ejército, no es la misma Guardia Nacional de hoy.


Aquella Guardia Nacional era respetada por los ciudadanos porque se sentían seguros cuando ella estaba presente; aprendí a respetar aquella Guardia Nacional cuando, en mi época de lucha contra el invasor cubano y los traidores venezolanos durante la guerra de guerrillas de los años ’60, me encontraba en esos recónditos lugares de la Patria a un Distinguido o a un Cabo de aquella Guardia Nacional, prácticamente desamparado de su Comando, pero aquellos hombres se mantenían fieles a sus principios y orgullosos de portar el uniforme de la Guardia Nacional aunque ya estuvieran roídos y desgastados por el uso y el tiempo. Eran hombres del más alto quilate y usted, Sargento de la Guardia Nacional, está obligado a que la actual Guardia Nacional recobre su prestigio, su nombre, que su emblema represente de verdad a la justicia y que el HONOR vibre y brille en el corazón de cada uno de los integrantes de una nueva Guardia Nacional.


Ahora bien, oído al tambor integrantes de los otros tres Componentes.


En cualquier delito existen autores materiales y autores intelectuales; existen cómplices materiales y un tipo de cómplice muy particular y es el “cómplice por omisión” y ustedes, integrantes de esos tres Componentes, y que también juraron defender la Patria, están siendo cómplices de los delitos de lesa humanidad que se están cometiendo en esta otrora TIERRA DE GRACIA, hoy en desgracia. Así que no estén muy seguros que a ustedes no les tocará la parte correspondiente al momento de juzgar a los responsables de tantas muertes y desmanes.
Abril 20 de 2017