Ciudadana Vicealmirante
ÉRIKA COROMOTO VÍRGÜEZ OVIEDO
Ciudadano General en Jefe
VLADIMIR PADRINO LÓPEZ


Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

Parte III de III
A
Militares profesionales en
SERVICIO ACTIVO

Aunque parezca increíble ustedes son los más débiles en cuanto a seguridad social se refiere porque, sencillamente, no pueden reclamar lo que por ley les corresponde y solo cuando nosotros, los que ya cumplimos nuestro tiempo de servicio, reclamamos nuestros derechos ustedes también son beneficiados; pero no existe una retroactividad de parte de ustedes, al contrario, existe casi un desprecio, algo así como si ustedes nunca van a salir del servicio activo.
Esta recriminación va dirigida, principalmente, a esos oficiales que tienen el poder y la atribución de interceder por el bienestar social de todos los que integramos la fuerza armada, incluyendo los familiares y a los sobrevivientes y en ese grupo de oficiales incluyo muy especialmente a quienes ocupan cargos gerenciales en el IPSFA, Círculo Militar, hospitales, entidades financieras, seguro, empresas, comando y direcciones de los diferentes Componentes y hasta en las denominadas “Zonas y Redi” cuyos jefes no tienen la más mínima idea de lo que es el Bienestar y seguridad social ya que, cuando un militar profesional o un familiar sobreviviente acude en busca de una información, o de un apoyo, nunca lo obtiene, bien sea por indiferencia o por craso desconocimiento de quien debe darle la información y el apoyo solicitado.
Cada día la situación económica se deteriora más y más lo que incide directamente en nuestro bienestar y seguridad social, sin distinción entre activo o reserva activa excepto cuando la atención se debe brindar a un Tropa Profesional, o a un Oficial subalterno y hasta a un Oficial superior en comparación a la que se brinda a un Oficial general o almirante activo.
Como militar profesional en servicio activo es difícil exigir, pero ante una emergencia nada vale esa limitación porque, si es su hijo, o su esposa, o alguno de sus ascendientes quien necesite una medicina, o una atención médica, ¿usted se quedará de brazos cruzados y que “Dios quiera”?… no lo creo… pero sí creo que su sangre no debe ser de horchata, o por lo menos la sangre de sus familiares que no están sometidos a la legislación militar a quienes usted no puede, ni debe, coartarle ese derecho de reclamar lo que les corresponde.
El actual sometimiento, que no debe ser confundido con subordinación, me recuerda un escrito que encontré, hace años, en la “Revista del ejército, marina y aeronáutica”, del 24 de julio de 1931, año I, Nº 1, publicada por el entonces Ministerio de guerra y marina:

[En un grupo de artillería…] «poco después del pronunciamiento de Kapp,1 se aumentó la planta del grupo citado en 80 hombres procedentes de una batería disuelta que estaba de guarnición en una capital. El jefe de este refuerzo, un veterano sargento, anuncia su llegada y se presenta al capitán en la forma correctísima usual en los tiempos anteriores a la guerra; el capitán saluda a los soldados y se congratula del espíritu que parece animarles y que recuerda al que nunca debió debilitarse. Al preguntar al sargento si tiene algo que manifestar, contesta éste en sentido afirmativo, solicitando una entrevista, a solas, con el capitán. En vista de ello, éste conduce al sargento a su despacho para que le diga lo que desee. “Le ruego, mi capitán, me diga las ideas políticas que usted sustenta”. El capitán, dando un brinco en la silla, replica en tono descompuesto: “¡Voto a mil diablos, esta maldita política parece no lleva trazas de terminar nunca!” “¡Llevo 20 años de servicio, no he pertenecido ni perteneceré a ningún partido político, ni consentiré que ningún subordinado mío se atreva a hacer política!”
Entonces sonrió el sargento, que no dejaba de permanecer cuadrado, y contestó: “Mi capitán, estas palabras son precisamente las que deseaba oír de labios de usted, y por esto me he atrevido a formular mi pregunta. El pelotón que he conducido desea un jefe que sea ante todo militar y no se una a la mayoría para moverse después al impulso de los diferentes acontecimientos que se desarrollan constantemente. Ahora sé, mi capitán, el terreno que piso; me permito expresarle respetuosamente nuestro agradecimiento por el recibimiento que nos ha dispensado y nuestra inquebrantable adhesión y respeto a cuantas órdenes se digne darnos como soldados únicamente que somos y para que impere de nuevo la disciplina con todo su esplendor”. Entonces se dieron un apretón de manos ambos hombres y el capitán se quedó pensando a qué extremo se había llegado de tener que sondear los soldados el modo de pensar de sus jefes, para encontrar uno digno de confianza. Y a pesar de todo, esta demostración es un rayo de esperanza para el porvenir.
Bien sea en tiempo de paz, durante una larga guerra contra fuerzas enemigas superiores en número, o en época de revolución, siempre se necesitarán hombres cuando haya que educar y guiar tropas, y esto es sólo posible cuando están fuertemente unidas por la confianza y respeto recíproco con sus oficiales. La disciplina por sí sola, no es suficiente para mantener la cohesión de las tropas. Los últimos 10 años nos han enseñado mucho y ojalá los oficiales, tanto veteranos como jóvenes, se inspiren en estas enseñanzas. El superior debe ser siempre un modelo de laboriosidad e inteligencia. Exempla trahunt».2
Franz Kaiser,
Mayor del Ejército Alemán
(Publicado originalmente del Memorial del Ejército de Chile)

B
Militares profesionales en
SITUACIÓN DE RETIRO / RESERVA ACTIVA
Nosotros, los que ya cumplimos nuestro tiempo de servicio debemos ser los principales defensores de nuestros beneficios socioeconómicos, pero no lo somos.
PARA LA GRAN MAYORÍA, cuando dejan la fuerza armada, parece ser que se quitan un peso de encima e inmediatamente se enchinchorran, les importa un bledo lo que pasa en la fuerza armada, son apáticos hasta con aquello que por ley les corresponde y se vuelven incapaces para reclamarlo; se sientan a esperar que “otros” les lleven hasta el chinchorro todo lo que necesitan. Algunos tienen la osadía, el descaro, hasta cambiar de “bando” con la esperanza de que les lleguen algunas migajas.
Muchas de las deficiencias en nuestra seguridad social podrían ser atribuidas a esa displicencia, esa molicie, que permite que otros sean los que decidan por nosotros y hasta se den el tupé de restringir nuestros derechos en cuanto a beneficios sociales y económicos, tal y como está sucediendo en estos momentos.
No falta alguno que proponga organizar una manifestación dentro del IPSFA ¡y hasta en el ministerio de la defensa!, pero esos individuos son los primeros en no aparecer en el caso de que su propuesta llegara a ser aceptada… ése no es el camino, pero sí podemos enviar mensajes por correo electrónico y cualquier otro medio de las redes sociales e incluso entregar una correspondencia tanto en el IPSFA como en el ministerio de la defensa.
Sé, porque así me lo han hecho saber, que esos escritos pasan por debajo de la mesa, pero llegará un momento en que esos oficiales activos no podrán con su conciencia y tendrán que resolver las demandas y solicitudes que se les haga; recuerde el dicho “el que no llora, no mama, aunque esté entre las paridas”; desgraciadamente vivimos en una etapa en la cual, si usted no lucha por lo suyo nadie se lo va a dar, aunque le corresponda por derecho, aún en caso de que esté a punto de fallecer tal y como sucede con muchos que padecen de cáncer, …por ejemplo.
C
FAMILIARES SOBREVIVIENTES
Éste es otro sector que, hasta hace poco se había mantenido al margen, sufriendo las mayores injusticias y discriminaciones, pero afortunadamente parece que ya comenzaron a reaccionar y están solicitando se les reconozcan sus derechos y beneficios socioeconómicos; van poco a poco, pero pisando firme y lograrán lo que se proponen… ¡claro que lo lograrán porque la gran mayoría, si no es la totalidad, son mujeres y en este país son ellas las que tienen las bo…tas puestas!
Nuestro bienestar y seguridad social es responsabilidad de todos y en beneficio de todos nosotros.
Diciembre, 6 de 2018

Por cierto, informática del IPSFA está (o estuvo) en manos de oficiales activos, pero esa dependencia no funciona en absoluto, ¿será por ineficiencia de esos profesionales?, ¿será por un supuesto “incendio” ?, algo muy común cuando se quiere borrar ciertos “historiales”, ¿o será porque esos oficiales fueron transferidos y desorganizaron todo o se llevaron algunas claves y procedimientos vitales?, si esto último es cierto ¿por qué no están presos? ¿o sí lo están?
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1 Se designa pronunciamiento de Kapp (en alemán Kapp-Putsch) a un golpe militar fracasado que se desarrolló entre el 13 y el 17 de marzo de 1920, a comienzos de la República de Weimar.
Estuvo dirigido por Wolfgang Kapp, un político de derechas, y el general Walther von Lüttwitz. Los golpistas asumieron el poder en Berlín, y el Gobierno huyó desde Dresde a Stuttgart.
El ministro presidente de Baviera, un socialdemócrata, fue destituido por los militares, quienes nombraron a Gustav von Kahr, un político conservador. Los sindicatos convocaron una huelga general, el Partido Comunista de Alemania (KPD) llamó a la lucha armada y se desató una fuerte resistencia, especialmente en la zona carbonífera y metalúrgica del Ruhr, que tuvo como resultado cientos de víctimas.
Al cabo de una semana, el golpe militar de Kapp fue sofocado.
El golpe fracasó por la fuerte resistencia de los sindicatos, por la pasividad de la burocracia ministerial en Berlín y por la falta de planificación de los golpistas.
La Asamblea Nacional de Weimar fue disuelta y se convocaron nuevas elecciones para el 6 de junio de 1920.
Papel de los industriales
Walther Rathenau y su gigantesca empresa, la AEG, estuvieron entre aquellos que proveyeron fondos para los Freikorps golpistas. Los industriales querían ponerle freno a la revolución. Sin embargo, luego de la intentona de golpe, ya no los financió, por poco fiables.
2  Ejemplo arrastra. || Verba movent exempla trahunt  /  Las palabras mueven, los ejemplos arrastran