JUAN GUAIDÓ
Y SUS FANTASMAS GUÍAS MILITARES
PLAGIO DESCARADO

Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

REITERACIÓN
Advertencia
Este escrito no es apto para personas sensibles al vocabulario no académico, ni para aquellos seguidores que no aceptan la más mínima crítica a sus paladines debido a sus convicciones de que ellos, sus paladines, son mesías infalibles; inmaculados; todopoderosos; omnisapientes; intocables; sagrados y olvidan que ellos también son tan humanos como cualquier otra persona y por lo tanto también se equivocan, tienen sus propios intereses, así como prioridades y compromisos adquiridos.
Además, …este escrito es un descarado y pésimo fusilamiento de la famosa novela “Cuentos de navidad” del escritor Charles Dickens.
Así que, ¡no pierda su valioso tiempo!


E p í l o g o

Juan se encuentra solo, en una oficina en penumbras.

Observa, a través de una gran ventana, lo maravilloso que se ve el valle de Caracas, con sus cerros colmados de luces titilantes que impresionaban a los numerosos turistas que la visitaban; espectáculo que ha dado lugar a la frase “Caracas parece un nacimiento”, …pero cuánta miseria y calamidades se ocultan detrás de esas luces.

En un momento dado siente la presencia de “alguien” y se da vuelta, tranquilamente, para ver quién puede ser.

Allí, de pie están dos figuras que apenas se distinguen, sin embargo, Juan puede ver que una de ellas viste un pantalón jean, zapatos deportivos y camisa a cuadros con las mangas recogidas hasta la mitad del antebrazo. Junto a él otra figura, tan estrafalaria, que no logra identificarla, solo acierta distinguir su vestuario que consiste en una especie de malla ajustada, negra, con un gran círculo amarillo en el pecho y en su centro, unas letras rojas, “JF”, fundidas una con otra y estilizadas, además una capa ancha, negra por fuera y roja en su parte interior, guantes amarillos hasta la mitad de los antebrazos, calzado negro.


- Los esperaba. Hola presente; hola… futuro, te ves…

- ¿Cómo un héroe de las películas?

- No, …más bien te ves… ¡ridículo!

- ¡Ya comenzamos! …creo que voy a hacerte tragar esas palabras.

- ¡Fanfarrón!

- Bueno ya basta… ¡los dos! Tú, Juan, deja de joderle la paciencia a…


Presente dirige la mirada a su compañero y no puede contener una carcajada...


- Jajajajaja… ¡Coño… de verdad que te ves bien, pero bien ridículo! 


Futuro, amoscado, desaparece un instante y regresa vestido igual que su compañero, pero con un sombrero pelo e’guama Hückel, Súper Guama, Otto Horn, en su cabeza y se queda en silencio.


- Bien, ¿me van a decir cómo termina todo?

- Aún no, estamos a la espera de dos compañeros más.

- ¿Dos más?, ¿eso quiere decir que la cosa es mucho más seria de lo que me imaginaba?

- ¡Siempre presuponiendo cosas! Espera y te enterarás.


Al poco rato hacen su aparición dos personajes. Uno de ellos con un atuendo clásico, flux, corbata y calzado muy bien pulido; el otro visitante ataviado con una especie de smoking blanco, camisa y corbatín blanco, zapatos blancos. Su apariencia causó una gran impresión a Juan.


- Hola Juan… ¿cómo te fue en tus viajes? Preguntó el fantasma de traje clásico.

- Hola Maestro. Bien, fue una experiencia muy fuerte, casi demencial. Todavía estoy confuso. Me siento angustiado.

- Claro, lo entiendo perfectamente. Sé muy bien que no es fácil. Creo que ahora sí te estás dando cuenta de la magnitud del problema al que te enfrentas, pero no seré yo quién te lo diga, para eso están los que te guiaron en los viajes.

- Gracias Maestro. Parece que también seguiré aprendiendo algo sobre viejas películas.

- Jajajajaja... ¡quizás te lleves una sorpresa!... yo no estaría muy seguro.


Los dos personajes que llegaron de último se retiran hacia el fondo de la oficina y permanecen en silencio. Juan sigue atento al que viste de blanco, pero no logra descifrar quién es ni lo que hace allí.

De repente su pensamiento se ve interrumpido por el Guía del Presente…


- Juan tengo algunas cosas que decirte y no seré nada condescendiente contigo, también sé que muchos de tus seguidores, tanto los ilusos, como los fanáticos, como los tiburones que te rodean, como los muy pocos que te ayudan de buena fe, no van a reaccionar positivamente y solo se concentrarán en el eterno error de quienes han hecho oposición a la mafia que, ahora a pasos agigantados, está terminando de destruir esta otrora Tierra de Gracia en sus propias narices y en las tuyas, todos ellos van a clamar que no se debe hacer críticas a quien está asumiendo la responsabilidad de oponerse a esos mafiosos y que, al contrario, hay que apoyarlo indeclinablemente. Error mayúsculo y así ha quedado demostrado más de una vez con los fracasos tras fracasos de aquellos que fueron elevados a la categoría de caudillos, casi semi dioses intocables, infalibles y que cualquier crítica en su contra, así fuera positiva y bien intencionada, era considerada un sacrilegio lo que amerita que el sacrílego sea sacrificado en la hoguera de la ignominia. Eso se está repitiendo contigo.

- Está bien… Te escucho.

- Debes estar consciente que, a la fecha de hoy, 11 de junio 2019, ya ha transcurrido un poco más del 44 % del año, exactamente 163 días y dentro de 202 días se acaba tu presidencia de la Asamblea Nacional, si aún subsistiera, y solo te quedará -si te lo permite el nuevo presidente de esa asamblea, los acólitos que lo rodearán y tu jefe de partido- el cargo utópico de presidente de la república encargado, sin ningún poder real dentro del país, algo así como un cargo “honorario” al cual la mafia gobernante ni le va ni le viene, porque ellos son los que tienen el sartén caliente por el mango.

Tu cargo sólo ha servido para que los gobiernos de los países que te reconocen te permitan designar representantes diplomáticos, pero te pregunto… ¿de qué ha servido eso para el venezolano de a pie?, nada de lo hagan esos funcionarios, ningún documento que firmen o sean emitidos por ellos tendrá algún valor a lo interno del país, nunca serán reconocidos por la mafia gobernante.

Dime, ¿pudiste hacer llegar la ayuda humanitaria retenida en Colombia?... ¡claro que no!... ¿de verdad llegaste a creer que sería como entrar a tu casa?, ¿jamás tus asesores, ninguno, fue capaz de advertirte lo que inevitablemente sucedió?, ¿de verdad te hicieron creer que estos mafiosos son niños de pecho y te iban a dejar pasar esa ayuda que solo serviría para fortalecerte y a ellos dejarlos al desnudo?... ¡aquí es donde calzan los ilusos y los ilusionistas!... y tú, lamentablemente, te inscribiste en el club de los ilusos y creo que sigues afiliado a ese club.

Estás dedicado, es comprensible, a atacar a la mafia gobernante, pero no dices nada, ni siquiera un llamado a la reflexión, a quienes se dedican a explotar a los que quedamos padeciendo las carencias; nada dices o insinúas o llamas a reflexionar, a quienes venden bienes, en especial alimentos y medicinas para que moderen los precios, para que no los incrementen cada veinticuatro horas, para que contribuyan en algo y que, en caso de hacerlo por petición tuya, redundará también en tu beneficio y propósito de acabar con la usurpación. Ellos, esos comerciantes inescrupulosos, también son creadores de miseria sin importarles que también subsisten porque expolian al necesitado, pero cuando ese necesitado ya no tenga más recursos, el expoliador tendrá que abandonar el país, como ya lo han hecho muchos de ellos, sin que les sea fatigoso hacerlo porque sus arcas estarán rebosantes.

No Juan, dada la responsabilidad que adquiriste, o te hicieron adquirir a modo de globo de ensayo,  los tiburones, los pequeños peces caribes o pirañas aspirantes a tiburones que merodean a tu alrededor y tu guabinoso jefe de partido, aprovechándose, todos, de tu poca experiencia; tu buena voluntad y tus características propias de la generación millennial; por ser confiado (lo demuestras constantemente); tolerante; convencido intransigente de que todo problema político se resuelve a través del voto; tu optimismo exacerbado; tu “idealismo pragmático”, como dijo David Burstein en su libro Futuro rápido (Fast Future), que tiende a considerar que la vida gira alrededor de la armonía y la perfección que no se corresponden con la realidad, dando prioridad o mucha importancia a las consideraciones prácticas; tu tendencia a mantener contacto y relaciones cercanas y una retroalimentación de los que consideras tus ductores y que no son otra cosa que manipuladores; tu marcada inclinación por la conciliación; todo eso, Juan, entre otras cosas, te llevan a creer que puedes dominar a una mafia enclavada en el Poder desde hace ¡veinte años!, con todos los artificios a su disposición; que no tiene escrúpulo para emplear las armas y triquiñuelas más inverosímiles y sucias que pueda tener a su alcance; solo tú y tus asesores de buena voluntad, creen que podrán vencerlos con sólo aplicar una oposición apropiada para una democracia, una oposición tradicionalista que raya en la bobaliconía… es algo así como si se pretendiera realizar un encuentro de fútbol (balompié, soccer, calcio) contra un equipo de rugby y, como balón, una bola de bowling, ¿cuál crees que será el resultado?... ¡no digas nada!... yo te daré la respuesta…los jugadores del equipo de rugby tomarán la bola de bowling por sus agujeros y con ella golpearán las cabezas de todos los jugadores del equipo de fútbol y lo peor de todo es que ¡tú eres el capitán del equipo de fútbol!

Por otro lado, ¿cómo interpretas las palabras del Secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, en una supuesta “imprudencia” de su parte cuando dijo, y cito textualmente lo que publicó la prensa y que tú leíste: "Nuestro dilema, que es mantener a la oposición unida, ha demostrado ser endiabladamente difícil. En el momento que Maduro salga, todo el mundo va a alzar sus manos para (decir) tómenme a mí, yo soy el próximo presidente de Venezuela. Van a ser más de 40 personas las que crean que son los legítimos herederos de Maduro"?

Juan, ¡tienes!, que estar más que seguro de que, cuando un alto funcionario de ése país dice algo así, aunque sea disfrazado como una “imprudencia”, es porque fue planificado de esa forma y es política de Estado… en palabras más coloquiales… ¡los gringos no pierden su tiempo hablando pendejadas!


Se hace un silencio profundo, incómodo, los personajes que se encuentran en el fondo observan, guardan silencio y con ello dan su aprobación a todo lo que expresó el Guía del presente.

Juan está ensimismado, anonadado por lo que ha oído.

El Maestro, con un leve gesto, casi imperceptible, concede la palabra al Guía del futuro.


- Hola pequeño Juan…


Juan no reacciona. No se da cuenta que alguien le está hablando. Ante la difícil situación el Guía del futuro toma un cornetín y sopla fuertemente emitiendo un chirrido irritante que hace que Juan se sobresalte, de tal forma que, si hubiera sido un gato, se hubiera agarrado del techo con las uñas.


- ¡Tenías que ser tú! Exclamó Juan medio irritado.


Todos los presentes emitieron, al unísono, una carcajada tan fuerte y prolongada, que a Juan no le quedó más remedio que unirse a ella y con eso se distendió la tensión que había en el ambiente.


- No tenía más alternativa… no me parabas bola.

- No te oí, estaba tratando de digerir todo lo que me dijo el Guía del presente. Fue algo fuerte y descarnado. No me lo esperaba.

- Está bien, trataré de no traumatizarte. Pero tienes que entender que todo lo que él te dijo es cierto y yo lo respaldo.

Si tú no te dejas de pendejadas; si no te amarras las bolas bien amarradas; si no te decides a tomar las decisiones que se necesitan en estos momentos tan cruciales; si no dejas de lado tus pruritos; si no apartas tus creencias o normas millenniales; si no adaptas tu conducta, tu filosofía de millennial al momento crucial que estamos viviendo; si no decides mandar al carajo a Leopoldo y toda su mafia y ser tú el candidato para presidente constitucional tal y como queremos los venezolanos, este país, tu país, nuestro país, el país de treinta millones de venezolanos, esta Tierra de Gracia, …¡se irá a la mierda y el único responsable serás tú y nadie más!… y todos esos tiburones que ahora te rodean se darán un banquete contigo, te desecharán y se arrimarán al gobernante que se atornillará en el Poder para continuar sus negocios con la mafia y así, hasta que aparezca el próximo pendejo idealista, ¿o quién sabe?... ¡quizás no sea tan idealista!

Desde el exilio, si es que logras salir, verás cómo un pueblo que confió en ti, que te entregó toda su esperanza, sufre sintiéndose traicionado vilmente; un pueblo que seguirá muriendo de hambre, de mengua, con carencias indescriptibles hasta que esa mafia gobernante colapse internamente y surja un nuevo capo que tome el control y la fiesta continúe para nuevos mafiosos y los acólitos que antes te apoyaban, al igual que lo hacían con el desplazado y… ¡viva la pepa…que continúe la fiesta!... pero sin incluir al pueblo que tú amas y defiendes, pero que muere al igual que ha estado muriendo, durante sesenta años, el pueblo cubano.

En nuestro viaje pudiste ver el escenario bueno y el escenario malo; no visitamos el feo, pero sí te dije como será. Todo está en tus manos. 

¿Cargarás eso en tu conciencia pequeño Juan?

Reacciona a tiempo pequeño Juan, reacciona.

Las enfermedades graves requieren tratamientos fuertes, generalmente no agradables y hasta agresivos, como podría ser la amputación completa de una extremidad en el caso de una gangrena y Venezuela… ¡la Venezuela tuya, nuestra Venezuela!... tiene sus cuatro extremidades gangrenadas: el Ejecutivo, el Judicial e increíblemente las dos entelequias Legislativas, todas en manos de mafias, tiburones, caribes o pirañas y aprendices; una fuerza armada partidizada, desarticulada, solo figurativa, con sus integrantes amenazados, perseguidos, desmoralizados  tal y como lo revela el alto índice de deserciones y ausentes sin permiso, insuficientemente capacitados; más toda la podredumbre de los otros órganos integrados en lo que ahora llaman “poder moral”, que no tiene nada de poder y mucho menos algo tan indispensable como es la moral.

Las intervenciones quirúrgicas y las micro cirugías son necesarias pequeño Juan, aunque ellas puedan ser dolorosas, pero cuando no hay otro remedio se hace obligatorio acudir a ellas y esas son decisiones que debe tomar el verdadero líder, ¿acaso no eres, en este momento, el líder?... entonces… ¡actúa como tal, asume las responsabilidades del líder y déjate de pendejadas!... y cuando hablo de intervenciones quirúrgicas sabes perfectamente a lo que me refiero.

¿Cuándo crees tú que Hitler comenzó a perder la guerra?, ¿con el desembarco en Normandía?, ¿con el ataque a Pearl Harbor?, ¿con el ingreso de los estadounidenses a la guerra?... ¡no pequeño Juan!, Hitler comenzó a perder la guerra el 11 de mayo de 1940, cuando el rey de Gran Bretaña, Jorge VI, propone a sir Winston Leonard Spencer Churchill, o simplemente Winston Churchill, la formación del Gobierno, lo cual cumple y dos días después pronuncia su primer discurso como Primer Ministro ante la Cámara de los Comunes,​ que pasó a la historia por su famosa frase: “No tengo nada más que ofrecer que sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor”, que marcó su férrea decisión de no aceptar otra cosa que no fuera la victoria, costara lo que costara. Ése es el día que Hitler comenzó a perder la guerra, gracias a la decisión de un verdadero líder y estadista que no se andaba con mariqueras, diálogos ni componendas.

Pequeño Juan, no sigas haciendo el papel del “cachicamo que trabaja para la lapa”; para una lapa que lo único que ha hecho es crearse una aureola de mártir y ahora quiere cobrar la factura al país y a cada venezolano; te repito, ¡mándalo bien largo al carajo, que se vaya a joder a otra parte!

Tú no sigas engolosinándote con las manifestaciones de apoyo de quienes estamos padeciendo en este país, ni con las manifestaciones de apoyo y solidaridad de los millones de venezolanos que han emigrado y están llenos de deseo por regresar a esta tierra maravillosa, eso ya lo tienes ganado y consolidado; no sigas atado a los deseos de otros países a los cuales no les interesa realmente los padecimientos del venezolano común, a ellos solo les interesa la figuración y aparentar que tienen alguna influencia mundial de la cual carecen totalmente. La comunidad internacional, como tal, es veleidosa y se vende al mejor postor, así ha sido siempre y así seguirá siendo hasta el fin de los siglos.

Tómate un instante pequeño Juan y revisa la lista de las naciones que dicen respaldarte. Según la prensa son 54, pero en la lista publicada aparece Ucrania dos veces, ¿será que existe una Ucrania del Norte y una Ucrania del Sur?; además, determina el peso específico de cada una de ellas y te darás cuenta que una gran mayoría no tiene ningún peso específico, más de la mitad de esta lista que te dejo solo son “figurantes”.




Para ser franco contigo pequeño Juan… si no cambias esa actitud pasiva, si no sueltas amarras, si no tienes las bolas para tomar ciertas decisiones y dar ciertas órdenes, entonces… ¡renuncia de una vez y deja que el “cobrador” de tu jefe sea quien haga el trabajo sucio que te asignaron y que se gane a pulso el derecho de gobernar sobre las cenizas que están quedando de éste país!

Estoy seguro que en alguna oportunidad oíste mencionar; aunque sea en la película Equilibrium, que te recomiendo veas; al poeta británico William B. Yeats y leído su poema “Aedh desea las vestiduras del cielo”, en él, este poeta, retrata anticipadamente la realidad que en este instante vive el venezolano respecto a ti, cuando dice:


“…pero, siendo pobre sólo tengo mis sueños;
he tendido mis sueños a tus pies;
pisa suavemente, pues caminas sobre mis sueños.”


Los cuatro visitantes comienzan a desvanecerse, lentamente, y Juan alcanza ver unas lágrimas que corren por las mejillas del Guía blanco que permaneció en total silencio.

Todos desaparecen, ya no volverán, nunca más.

Juan queda solo con sus tribulaciones y entre tantas… ¿quién era ese personaje vestido de blanco?, ¿por qué sintió afinidad con él?, ¿estaba llorando?, ¿por qué?... Juan cree saber quién era, pero… ¡no se atreve decírselo a sí mismo!

¿Ésa indecisión será la misma que prevalecerá para tomar las decisiones que tiene que tomar de inmediato?
Junio, 11 de 2019