IPSFA y SUS AFILIADOS
Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández
Desde
el pasado 15 de noviembre me he mantenido al margen de todo lo relacionado con
nuestra seguridad social y en ese lapso he podido comprobar algunos cambios
luego de la llegada de la actual administración; en ella existe una mayor
receptividad, desde el actual presidente de la Junta Administradora, el
ciudadano General de División Reiner Enrique Urbáez Fermín, hasta en los
gerentes que le apoyan en su gestión.
Durante
mucho tiempo nuestro Instituto de bienestar y seguridad social ha sido víctima
de la desidia y de la des-administración más descarada y grosera jamás conocida;
además de los muy duros golpes que le ha dado el máximo ente del cual depende
al permitir los desmanes de algunos Comandantes Generales de Componente al
graduar extemporáneamente a un muy elevado grupo de tropas profesionales y
ahora el uppercut, mejor conocido
como “gancho”, que le acaba de propinar
el ejecutivo nacional al incorporar la milicia para cubrir las plazas vacantes
en el ejército (desconozco si en otros Componentes también), además de la
incorporación más de mil supuestos “oficiales” de esas milicias.
En relación
a esa incorporación de milicianos, ¿podrá el IPSFA soportar esa carga o es que
mindefensa tiene previsto crear un instituto de previsión social especialmente
para ellos?, pero bueno, eso es harina de
otro costal.
Retomemos
el propósito de este escrito.
Aún permanece
en nuestro recuerdo aquel general del ejército, presidente de una Junta
Administradora del IPSFA, que asistió uniformado a una de esas “iglesias” que
proliferan ahora ofreciendo curaciones milagrosas y en medio de una pantomima
ese general se desmayó cual muñeco de trapo que es; un contralmirante que dijo,
descaradamente, que él llegaba al IPSFA a pasar dos años en el cargo para luego
optar ser comandante de la Armada… no lo logró, solo pudo llegar a ser
comandante de la Infantería de Marina; otros dos generales del ejército que se
comportaron como déspotas y no solucionaban ningún problema, al contrario, generaban
los problemas; una vicealmirante que de milagro no destruyó el IPSFA desde
sus bases. Todas esas irregularidades, irresponsabilidades, generaron muy
graves perjuicios para nosotros los afiliados, tanto activos como retirados,
familiares y sobrevivientes a los que, poco a poco, nos van ahorcando sin
consideraciones y eso engendró un rechazo radical a cualquier cosa que digan o
hagan los administradores del Instituto, no importa si son buenas noticias o
acciones porque no se les dará credibilidad. Eso tiene que cambiar en cualquier
momento y quizás ese momento es ahora.
Ahora
bien, ¿la responsabilidad de ese desbarajuste en nuestro bienestar y seguridad
social es única y exclusiva del IPSFA y su Junta Administradora?... no,
exclusiva no; la Junta Administradora sí tiene responsabilidad, indudablemente,
porque debe estar atenta de las necesidades de los afiliados al Instituto; cada
uno de los Gerentes, como miembros de Estado Mayor que son, están obligados a
asesorar al presidente de esa Junta y éste transmitir todas esas necesidades y recomendaciones
al ente rector del bienestar y seguridad social de todos los militares
profesionales en servicio activo o retirados, así como sus familiares y
sobrevivientes. No hay que olvidar que el presidente de la Junta Administradora
es el secretario del Consejo de
Seguridad Social (artículo 24 LOSSFAN), órgano
asesor del ministro de la defensa que, como dije antes, es el principal responsable
del bienestar y seguridad social de todos y cada uno de los integrantes de la
Fuerza Armada Nacional (artículo 4 LOSSFAN)
¿Hasta aquí llegan las
responsabilidades en cuanto a nuestro bienestar y seguridad social?... ¡NO!,
nosotros, los que dejamos el servicio activo, así como los familiares
sobrevivientes, también tenemos nuestra cuota de responsabilidad y ella se
fundamenta en el cumplimiento de nuestros deberes y, especialmente, la defensa
a ultranza de nuestros derechos a través de los procedimientos y los órganos
correspondientes.
Advierto que no estoy dejando de
lado el hecho cierto de que ya esta Tierra de Gracia dejó de ser, desde
hace mucho tiempo, un Estado de Derecho,
pero eso no nos obliga a quedarnos con los brazos cruzados y limitarnos a
murmurar y maldecir.
Lo dicho anteriormente está
relacionado a un escrito, muy válido,
que circuló el día de hoy 20 de enero, en el cual se reclama el pago de unas
diferencias dinerarias, pero lamentablemente dicho “reclamo” se auto
descalifica por ser un anónimo; además no se ha hecho conocer esas
irregularidades, formalmente, al recién llegado presidente de la Junta
Administradora del IPSFA quien, creo, no tiene la capacidad de adivinación y si
lo tuviera no podría conocer tantas irregularidades que dejó la anterior
presidente de esa Junta Administradora.
Por otra parte, los afiliados hemos
recibidos tantas burlas, desprecios, ofensas, indiferencia de parte, no solo de
los presidentes del Instituto, sino especialmente de una gran mayoría de
oficiales (no todos) de los cuatro Componentes que actuaron en forma
despótica, desconsiderados, irrespetuosos, groseros, en especial del ejército,
que se desempeñaron como Gerentes en las anteriores administraciones, que
prácticamente hemos perdido la fe, la confianza y la credibilidad en cualquiera
que desempeñe un cargo administrativo en el Instituto, pero, insisto, no
todos los presidentes del IPSFA, así como no todos de sus Gerentes, fueron ni
actualmente son, unos vagabundos, unos profesionales fracasados, incapaces, resentidos,
inhumanos y faltos de honestidad, ética y disposición para ser útiles.
Reitero que debemos, por el bien de
todos y con el propósito de ayudar a recuperar nuestro único Instituto de
bienestar y seguridad social, así como nuestros derechos: a) canalizar debidamente nuestros reclamos, para eso sugiero
desbordar el obstáculo retardatriz llamado “mesa de partes” y tratar directamente
con el Gerente del área llevándole un escrito, con acuse de recibo, donde se
exponga lo que se tratará en la entrevista personal con dicho Gerente; b) hacer llegar, a través de entrevista
personal, al presidente de la Junta Administradora del IPSFA cualquier novedad
relacionada con la prestación de los servicios que nos debe brindar dicho
Instituto, cualquier violación, presunta o real, de algún derecho, cualquier
maltrato recibido de algún Gerente; c)
abstenerse del uso de redes sociales para formular reclamos lo cual no
significa la prohibición de ejercer ese derecho si no se recibe oportuna y
adecuada respuesta según lo establece el Procedimiento Administrativo; d) bajo ninguna circunstancia hacer uso
del anonimato porque eso no beneficiará a nadie, la cobardía debe ser
despreciada, eso lo aprendimos, muy temprano, los militares.
Para finalizar, estoy claro sobre el
hecho de que siempre existirán los detractores y los descalificadores, por lo
que estoy seguro que a más de uno se le ocurrirá pensar, y tal vez decir, que
estoy recibiendo alguna prebenda o que he abandonado la lucha para que se
respeten nuestros derechos y recuperar los que nos han sido conculcados, nada
de eso ha sucedido, no sucederá, ni me he vendido por una caja clap, por lo tanto,
le digo a esos posibles detractores que no
tienten al diablo y dejen quieto al que está quieto.
Enero,
20 de 2020