Para ti Luisa MO
Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma
Hernández
Pretendes tomar venganza de los soldados que ayer
derrotamos al comunismo que hoy tú defiendes, olvidándote que gracias a
nuestros sacrificios TÚ pudiste vivir
en paz y prepararte para los placeres que hoy disfrutas. No te reprochamos que
hoy día estés en el lugar que estás.
Era nuestro deber de honor sacrificarnos para que gente
de valía ~y
no tan de valía~ pudieran vivir en esta Tierra de Gracia que, con todo y sus
defectos, sus errores, sus tropiezos, se encaminaba a un futuro mejor y no al
deslave que vive hoy en día y que, probablemente, al transcurrir los años,
pesará en tu conciencia y en la memoria que de ti tengan quienes te sucedan o
de quienes, de alguna u otra forma, convivieron contigo.
¿De verdad crees que si en la década de los ’60 no
derrotamos militarmente a los castro-comunistas que hoy admiras y defiendes, tú
estarías hoy dónde estás? ¿Acaso no estaría un secuaz castro-comunista ‘abrazafarolas’ sentado en la silla que
hoy ocupas?
Recuerda: La fortuna es una rueda en constante movimiento
sobre el camino de la vida, en un momento estás arriba y, sin darte cuenta,
estás abajo. Pregúntale a Mario.
Recuerda lo que he
dicho en otras oportunidades: En tiempos de paz, de gloria y de poder, todos
olvidan a Dios y desprecian al soldado, pero… cuando se te presenten las
adversidades, pierdas el poder y sientas miedo, entonces… ¡te acordarás de Dios
y te ampararas en el soldado!
Nosotros nos sacrificamos por hacer de esta Tierra de Gracia algo mejor, te pregunto
Luisa, ¿tú que has hecho aparte de cerrar los ojos ante las iniquidades?
Pero no te preocupes Luisa, ¡LO VOLVEREMOS HACER!,
porque en nuestros corazones de viejos soldados de honor solo priva esta Tierra
de Gracia que algunas personas uniformadas, o no, consienten entregar servilmente
a las birrias * del caribe.
Recuerda que este ‘sistema’ que
defiendes es experto en puñaladas traperas, no siente vergüenza ni
remordimiento al momento de aplastar y marginar a quien ya no considera ‘útil’.
Insisto, pregúntale a un tal Mario, su más reciente víctima; por demás merecido
y aplaudido por tirios y troyanos.
Sin embargo, tranquila, cuando dejes de ser útil y seas
apartada, abandonada, derrotada, te protegeremos igual.
Eso sí, tú, así como los sicarios que están detrás de esa
pretendida venganza, y las personas que la respaldan o se mantienen
indiferentes, y por consiguiente cómplices por omisión, no esperen inmunidad o
impunidad. Sólo podrán escapar a la justicia si se ocultan en Antenora, hogar de los traidores de la
patria ***.
Marzo, 29 de 2013
POSDATA:
¿Por
qué, o qué, impide que sean denunciados ante la Fiscalía General de la
República los ‘ñángaras’ ** que
asesinaron impunemente a ciudadanos civiles, militares y policías en la década
’60?
¿Por
qué los ñángaras sí denuncian y las
familias de las víctimas asesinadas no lo hacen? Podríamos comenzar preguntando
por los dirigentes campesinos Antonio Fernández Valente y Alberto Leiva; el GN
Ángel Edecio Garnica; por los cuatro (4) Guardias Nacionales de la Alcabala La
Macanilla del Parque Guatopo; por el soldado cazador Miguel Antonio García, de cuyas
muertes es presuntamente responsable el ‘dueño’ del historial DISIP No.
00000964.
¿Se
atreverá alguna organización de militares profesionales en situación de retiro,
o alguna ONG ‘defensora’ de los
Derechos Humanos, denunciar a esos ñángaras
asesinos? ¡Lo
dudo!
Creo tener
la respuesta a la inacción:
Los ñángaras están unidos y son fieles a una
causa, no olvidan y no les importa los años que transcurran. Por otro lado, los
que sufrieron el vandalismo de los ñángaras
no están unidos, sienten miedo y tratan de olvidar rápidamente.