«YO SOY UN PRESIDENTE QUE NI RENUNCIA, NI LO RENUNCIAN»
Coronel (Ej-Ven) Manuel A
Ledezma Hernández
Advertencia.
No apto para fanáticos.
Año 1963. El título son palabras que formaron parte de un
discurso de un hombre que salió vivo de un atentado en 1960 y enfrentó tres intentos
militares de golpe de Estado, como lo fueron el Porteñazo, el Carupanazo y el
Barcelonazo, todos propiciados por individuos de la izquierda “marxi-comunistoides”, hoy día fichas
activas de un partido conocido por sus siglas como PSUV.
Ahora, en este siglo XXI, un millennial quiere ser
émulo de ése político; ese individuo no se da cuenta que tratar de “llenar tales zapatos” lo hace parecer
como un payaso con grandes zapatones.
«Me mantendré como presidente interino hasta lograr
elecciones libres», dijo el millennial en un arrebato de ¿soberbia, petulancia,
fantasía?, o lo más probable, ¿estupidez consuetudinaria?
Fue visceralmente aceptado cuando se autoproclamó como
Presidente Interino de Venezuela ante un numeroso público concentrado en
Caracas y luego, aceptado [ojo, aceptar no necesariamente significa reconocer y
muestras de esa diferenciación abundan en los medios de comunicación *] por un
gran número de venezolanos del interior del país, como sucede siempre cuando
aparece un mesías o un caudillo que promete “villas y castillos”.
Su autoproclamación no estaba, ni está, contemplada en
anteriores constituciones ni en la actual; además, al asumir ése “cargo”
inexistente de presidente interino de la
república automáticamente se convirtió en un dictadorzuelo bananero porque
ocupaba, al mismo tiempo, el cargo de presidente de la legítima Asamblea
Nacional a la cual se negó renunciar y aún pretende continuar como presidente
de esa misma Asamblea que, se quiera o no, fue reemplazada por otra en unas
elecciones, que si bien han sido calificadas como fraudulentas, la llamada
oposición político-partidista ** aún no ha presentado pruebas de tal
fraude.
Este ciudadano recibió importantes recursos millonarios e
incluso entregaron en sus manos algunas empresas muy importantes ubicadas en el
exterior para que las protegiera de las voraces fauces del desgobierno, ¿y cuáles
fueron los destinos de esos recursos así como los beneficios que esas empresas
pudieron generar?; basta revisar los diferentes medios de comunicación,
nacionales y extranjeros, para darse cuenta que, desde el teatro montado en la
ciudad de Cúcuta, Colombia, hasta lo más reciente, Monómeros Colombo Venezolanos SA, empresa venezolana, ubicada en Barranquilla,
Colombia, y bajo control del autoproclamado presidente, pasó a ser controlada
por el gobierno colombiano debido a denuncias de presunta corrupción de parte
de sus administradores vinculados al “gobierno interino” y sus acólitos que
dicen ser de la oposición.
Por todo lo anterior, más otras denuncias por dudoso manejo
de los recursos recibidos, además de dudas en el ejercicio político del “gobierno
interino”, que cuenta [o contaba] con un Tribunal Supremo de
Justicia, en el exilio surgen algunas preguntas:
¿Se investigaron a los presuntos involucrados en esos delitos
de corrupción y se demandaron ante ése TSJ?, y no vengan con el cuento de que no
existía un Fiscal General para proceder, sería una excusa bastante ridícula
para un “gobierno”.
¿Cuántos convenios, acuerdos, compras, contratos y
compromisos de diversa índole, adquiridos por el actual desgobierno, fueron
declarados nulos o írritos por la pomposa Asamblea Nacional instalada el 5 de
enero de 2016 y en funciones hasta el 5 de enero de 2021 y que, para más
complemento, la mayoría “opositora” alega continuidad administrativa en
el año 2021 a través de la Comisión Delegada y que aún no presenta ningún resultado
sobre esas presuntas irregularidades, pero sí un absoluto silencio y algunas
complicidades para no inculpar a algunos de sus integrantes o adláteres del
verdadero titiritero detrás del “interinato”?
Desgraciadamente este personaje “interino” desperdició muchas
oportunidades lo cual lo convierte en cómplice por omisión de todo lo negativo
que sucede en esta desastrosa administración narco-comunista.
Estoy consciente de que serán muchos que saldrán en defensa
del personaje en cuestión alegando muchas razones, incluso la más generalizada…
“es que no lo han dejado hacer lo que él
quería o tenía que hacer”, sin darse cuenta que esa es, con mucho, la peor
excusa porque si el individuo estaba convencido de que le era imposible hacer
las cosas que tenía que hacer, entonces, como buen varón, debía haber renunciado,
y
debe renunciar, para que otro más capaz ejerza las acciones necesarias,
pero, claro, sus fanáticos dirán “¿…y dónde está esa persona que lo puede
reemplazar?”, una pregunta hecha con gríngolas, como si los únicos venezolanos capaces son aquellos que
medran del Tesoro Nacional o se divierten en sus respectivos clubes político-partidistas.
Razón tenía el cantautor argentino Facundo Cabral, quien dijo:
«Mi abuelo era un hombre muy valiente, sólo tenía
miedo a los idiotas. Le pregunté por qué y me respondió: porque son muchos… y al ser mayoría, eligen hasta al
presidente.»
Noviembre, 15 de 2021
______________________________________
* Aceptar: Mostrarse conforme o tolerante con alguien o algo,
aunque no guste, no satisfaga o no convenza.
Reconocer: Aceptar
como legítimo un nuevo gobierno o un nuevo estado de cosas establecido en un
país.
** Para
distinguirla de la verdadera oposición conformada por los venezolanos y
residentes “de a pie” que sufren las
consecuencias de la traición y complicidad de esa pseudo oposición “política-partidista”.
*** http://www.monomeros.com/index.php?option=com_content&view=article&id=6&Itemid=55
https://www.vozdeamerica.com/a/monomeros-ganancias-nueve-millones-enero-septiembre-/6266977.html