LA SALUD DEL MILITAR EN SITUACIÓN DE RETIRO Y SU PENSIÓN

                                         
                                                     

Cnel. (Av.) Tomás Montes de Oca Lugo
Promoción "Sgto. Piloto Pablo Emilio Guerrero"
(EAM--- 1967)
        


 Los años pasan y quienes abrazamos la carrera de las armas, en el seno de la Fuerza Armada Nacional, fuimos investidos de valores éticos y morales que se fueron amalgamando en nuestro ser, hasta el punto que lograron internalizarse en nuestras mentes y corazones, hasta convertirse en una norma de conducta, de cultura, en nuestros procederes como militares y como ciudadanos que nunca dejamos de serlo y lo somos.
  Así, en el transito profesional militar, se fueron cumpliendo metas, las cuales estaban alineadas con la Misión Institucional asignada constitucionalmente  al estamento militar, todo lo cual, se fortifica y se ha de seguir fortaleciendo bajo preceptos administrativos, constituyéndose ello en un producto social en cuanto a su desarrollo y evolución, dándole visos y características fácilmente identificables y las cuales sin duda, fueron producto de la capacidad creadora y visionaria de los hombres y mujeres que nos antecedieron y quienes aportaron el grano de arena para hacer de esta organización: la FAN, propietaria de un carácter de permanencia en el tiempo y en el espacio.
 Ahora bien, todo ello sin adentrarnos en un estudio administrativo general de la FAN, vale orientar el tema hacia lo humano, hacia la salud, hacia la Tercera Edad Militar, hacia sí, la Calidad de vida del pensionado militar venezolano y porque no hacia sus derechos inviolables y la protección debida que se le debe garantizar, bajo cualquier circunstancia.
 Son tantas y tantas la variables que se pueden considerar para su análisis puntual buscando siempre orientarlas hacia la búsqueda digna y justa de la calidad de vida que nos merecemos y aquí aclaro: No hay suplica ni nada parecido en el espíritu de lo aquí planteado, es tan solo, la gravedad soterrada que intenta minar nuestra salud mental, por la falta de un ejercicio serio, claro, responsable, del ejercicio de nuestro control administrativo, entre otros, del Ente que tiene bajo su responsabilidad, ordenado en las leyes correspondientes atinentes al Cuidado Integral de la Salud del Militar en cualesquiera de las situaciones se encuentre: activo y/o retirado y la de sus familiares con derecho. 
 Pues bien, me refiero al daño o deterioro de la salud del militar en Situación de Retiro y su pensión (sigo aclarando, son múltiples las variables y traigo tan solo una) y es producto del impacto psíquico, sicológico que recibe cuando se le informa a través de las redes sociales, "mediante una lista de no menos de cuatro mil (4.000) pensionados, con nombres y apellidos, cédula de identidad y componente de procedencia,, informándoles que: "quienes no hayan presentado su Fe de Vida, no cobrarán los aguinaldos, bono navideño o como se les quiera llamar". Señores, la alarma se encendió en las redes sociales (Internet, telefonía celular, vía telefónica CANTV y pare de contar.
 En lo personal, recibí llamadas telefónicas, mensajes de texto, mensajes de internet donde me decían mis amigos y compañeros: “Tomasito, estas en la lista negra del IPSFAN; anda a sacar tu Fe de Vida; no te depositarán los aguinaldos; chamo muévete”.
 Así, reviso mi expediente personal y constato que tengo en mi poder, el comprobante de haberme presentado en el IPSFAN sucursal Maracay, fechado el día 22 de febrero del 2017, y aparezco en lista, ¿qué tal? Y me pregunto, ¿Cuál será el tiempo de vigencia de este documento, un día, una semana, seis meses? Amigos, el día viernes 27oct17, me alisté y me dirigí con copia de ese documento, el de la cédula de identidad y la del carnet militar, a IPFAN sucursal Maracay, hablé con el Coronel Franco encargado del Departamento de Pensiones, le presenté mis recaudos igual que otros militares que allí se presentaron y aclaró que había un error en el área de Informática del IPSFAN, y que volviéramos en el transcurso de la próxima semana… le dije lo que correspondía, no siendo responsabilidad, de él, ese anuncio. Le pregunté ¿la próxima semana para qué? Le consigné los documentos que llevé conmigo y le dije que enviara los mismos a Caracas.
 Señores, la Fe de Vida, y estamos en Venezuela. Imaginemos esta noticia en nuestros compañeros que están en el exterior y les comento: estando quien suscribe ejerciendo el cargo de Vocal por la Aviación Militar, se presentó una situación similar y que salió como exigencia a quienes estaban fuera del País, en el exterior, se estableció contacto con el ciudadano General de Brigada (Av.) Mariano Márquez Oropeza, residenciado en el estado de Florida, EEUU de Norteamérica, quien diligentemente accedió; el IORFAN lo acreditó para que cumpliera esta función legal y procediera en consecuencia a facilitar esta función y a establecer todos los contactos posible con nuestros compañeros en esa. La urgencia fue tal y una exigencia conexa: apostillar el documento en cuestión y pare de contar…sin fecha exacta ni para recibir sus pensiones y la “advertencia/amenaza” o lo que sea, de: “si no tiene la Fé de Vida, no cobran ni pensión ni aguinaldos ni nada”. ¿Se pueden imaginar, quienes estamos en nuestro País?
 Amigos, ahora sí les comento el punto central del presente: El Ente responsable de contribuir a preservar nuestra calidad de vida por omisión o por lo que fuera, atentó contra nuestro estado psíquico-mental, contra la paz familiar… en momentos cuando somos objeto y sujeto de todo tipo de privaciones en nuestro País: alimentación, medicinas, calidad de vida, servicios, seguridad, los mayores índices de devaluación de nuestra moneda, llevándonos a un nivel de inflación jamás experimentado en Venezuela y tantos fenómenos adversos, que implican desmejoramiento de nuestra salud y por ende nuestra calidad de vida, para no hablar de: si depositaron o no, en tal o cual banco donde depositan nuestras pensiones, que se corresponden con otras variables generadoras de incertidumbres y deterioradoras de la salud mental del pensionado militar de la Fuerza Armada Nacional y quien, además, integra un valor insustituible, como lo es: la Tercera Edad Militar.
 Aquí, no termina todo en esta cadena, la cual no es un ruego ni un lloriqueo. Señores, me quedé dos horas en el IPSFAN-Maracay, y vi transitar cualquier cantidad de compañeros "viejos, nuestros queridos viejos militares”, en sillas de rueda, con bastones y andaderas, acompañados de sus "viejitas", hijos, nietas, nietos, con parálisis faciales, temblorosos sin contar a quienes están en el interior del País, incomunicados, desinformados y/o sin la posibilidad de acercarse a que les den la misma respuesta que a mi persona le dieron: “fue un error de Carcas, venga la semana próxima”.
  Todo ello merma obligatoriamente la salud mental, sí, se generan patologías de desasosiego, impotencia manifiesta para resolver un problema potencial, entre otros; producto de la falta de control administrativo; el jugar, se puede decir, con las condiciones reales vivenciales que tiene ese cuerpo de servidores públicos de ayer y de hoy, quienes fueron y son, parte de un Sistema de Seguridad Social del Estado Venezolano, venidos de las filas activas de la Fuerza Armada Nacional y quienes hoy están en la honrosa Situación de Retiro, no retirados: Pensionados.
Octubre, 28 de 2017