Ciudadana Vicealmirante
ÉRIKA COROMOTO VÍRGÜEZ OVIEDO

Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

 Ciudadana Vicealmirante, por favor, aclare una duda: ¿acaso usted está siendo víctima de un sabotaje a su administración o es que el IPSFA le quedó muy grande?
Desde hace algunos meses el pago de las jubilaciones y pensiones es un verdadero desastre y donde hay dinero, el desastre es sospechoso, porque crea serias dudas de la honestidad de quienes deben administrar esos recursos o, como mínimo, dejan en evidencia la falta de preparación para ejercer el cargo para administrar lo más sagrado como es el pago de jubilaciones y pensiones.
En enero fui víctima de ese gran desastre interno del instituto bajo su administración; afortunadamente fui atendido muy amablemente por una oficial, muy cercana a usted, y logró que me pagaran mi jubilación en muy breve tiempo, no sin antes hacerme la observación de que, el IPSFA no es mi enemigo, y en eso le doy la razón porque ese supuesto enemigo es la calidad de los profesionales que forman la plantilla de ese instituto.
Ahora, en febrero, la situación empeoró.
Son innumerables los casos de pago irregular, incluso el no pago, de jubilaciones y pensiones; pagos extraños debido a las ridículas cantidades depositada que oscilaron entre los cuatro y los seis bolívares (Bs. 4 o 6); luego un depósito extraordinario de hasta Bs. 33.000 solo para un reducido grupo de pensionados y jubilados. Es lo que llamamos, en criollo, ¡un verdadero y enorme despelote!… y repito, donde se “maneja” dinero el “despelote” beneficia a quien tiene el control y administración de ese dinero.
¿Cómo es posible que desde agosto 2018 su administración, ciudadana Vicealmirante, no ha publicado las obligatorias planillas de liquidación de haberes, conocidas como netos?
Ningún militar profesional en situación de retiro, ni ningún familiar sobreviviente, sabe cuál es la verdadera remuneración que le corresponde; existen significativas diferencias de pago entre personas que reúnen las mismas características en cuanto a grado, años de servicio, profesionalización, hijos y, en el caso de los sobrevivientes, el injusto porcentaje discriminatorio que les aplican. Todo eso permite, “manejos extraños” de dinero cuyo destino se desconoce.
“Manejos extraños” que muy bien podrían ser atribuidos a su administración o al ente que debe suministrarle los recursos para pagar esas obligaciones; ¿a quién se le debe atribuir esos “extraños manejos dinerarios”?
Ciudadana Vicealmirante, termine de tomar las riendas del instituto, organice las cuentas, vaya preparando su rendición de cuentas y acta de entrega. No creo que pueda seguir navegando en el mar embravecido que se vislumbra en el horizonte. Hágalo para que, por lo menos, tenga un bote salvavidas.
Febrero, 05 de 2019