SIN TÍTULO
Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández
«No tiene por qué ser verdad lo que todo el mundo piensa
que es verdad»
«Muy similares son estos predicadores y
estudiosos que sostienen sus diversos puntos de vista mientras se encuentran
ciegos y no perciben lo que les rodea.... En su ignorancia ellos son peleadores
y discutidores por naturaleza, cada uno de ellos sosteniendo una idea distinta
de la realidad»
Siddhārtha Gautama
(o Buda, ss. V-IV a. C.)
Había previsto varios títulos para este
escrito, desde ¡Ya basta!, hasta ¡Tracaleros de oficio!, pasando por
otros un poco “más gruesos” ..., pero
los deseché porque consideré que era emplear términos que podrían causar
desagrado. Así que decidí dejarlo totalmente neutro.
El asunto es que existe un país, «de cuyo nombre no quiero acordarme», un país donde “los ciegos morales guían a los ciegos
crédulos”; un país muy ligado a nosotros, por sangre y por historia, en
donde sus habitantes han llegado a un increíble nivel de domesticación, irracionalidad,
pérdida de dignidad y valores; gente que antes se jactaba, pedantemente, de ser
descendiente de hombres y mujeres valientes que vencieron miles de obstáculos
combatiendo heroicamente para obtener su preciada independencia y su libertad y
que luego derramaron ríos de sangre en guerras intestinas, casi sin parangón
por su frecuencia; pero hoy día, esos habitantes, se han transformado en
aquella gallina que, según una supuesta anécdota atribuida al sanguinario
asesino de pueblos y dictador Iósif
Vissariónovich Dzhugashvili, más conocido como Stalin, fue desplumada, viva, por él y al terminar la dejó caer y el
ave huyó cacareando, desesperada y ensangrentada, pero enseguida el sádico
asesino de pueblos le arrojó maíz muy cerca de sus botas y la gallina, olvidando
su padecimiento, corrió a comer el maíz arrojado.
Algo similar ha estado haciendo ese pueblo
desde hace ¡varios años!, y no se cansa de que lo humillen día tras día.
Existen y están más que documentadas muy
honrosas y valerosas acciones que se opusieron a los hampones y narcotraficantes
que, paulatinamente, se fueron adueñando del control de aquella otrora nación
que poco a poco se encaminaba a su desarrollo; acciones llenas de admiración,
sacrificio, heroicidad que llevaron a la muerte, daños físicos irreparables y
prisión ignominiosa a lo más valioso de aquel país, el tesoro más grande,
invaluable, como lo es su juventud; valientes jóvenes aún imberbes que creyeron
en las palabras de traidores politicuchos
que se autocalificaron, y aún se califican
pomposamente, como políticos de oposición que
solo son seres amorfos engavillados en clubes denominados “partidos políticos”
y estos, en conjunto, aglutinados en una mafia
que muta y cambia de nombre según le convenga, pero con los mismos personajes,
la misma ineficiencia y la misma complicidad con el narco-desgobierno que tiene secuestrado a aquel increíble país.
Recientemente, uno de esos neopolíticos, se atribuyó una ficticia
presidencia opositora y propuso un ¿programa? para devolver la dignidad y la
calidad de vida de aquellos habitantes, pero ahora cambió de idea porque
descubrió que el sol alumbra durante el día y ha dicho que lo que se necesita
es un gobierno «que atienda en prioridad
los asuntos y situaciones que requieran especial atención y que deben
solucionarse lo antes posible.» 1
La verdad es que no entiendo
a ese personaje; tiene un respetable tiempo ocupando ese cargo que se auto
atribuyó, en una acción que sorprendió a propios y extraños al lograrlo por
aclamación en respuesta a su requerimiento... ¿ustedes lo quieren?; luego de tanto tiempo y saltos al vacío
conocidos suficientemente ¿ahora viene con ese cuento de que lo que en realidad
se necesita es otro sistema de gobierno?... ¡vaya, una y otra vez descubre el sol!...
buen futuro le espera a ese país si este personaje llegara a obtener su control,
y es que, si la recuperación supuestamente les tomará más de veinte años, con él
se tomará unos cincuenta; aunque si se consolida cierto apoyo de un poderoso
país, esa recuperación podría ser en un máximo de... ¡cinco años!, pero bajo la
bota de ese poderoso; sin embargo a los habitantes de aquel país no les
importará el cambio de “propietario” debido a que creen que volverán a su ficticia
bonanza económica de muchos años atrás, contentos, felices, porque tendrán todo
lo material que desean sin darse cuenta que no han recuperado su orgullo de
nación, sus valores y su dignidad.
¡Qué gran daño ha hecho esa
complicidad, esa ineficiencia, esa cohabitación de narco-desgobierno y
oposicionistas traidores e incapaces que han llegado, con sus confabulaciones, a
constituir una especie de emporio denominado NGOC & A Inc. 2
¿Pero saben lo que es
peor?... ¡que todavía existan residentes, más no ciudadanos, en aquel país que
defienden ciega y fanáticamente a ese personaje, al igual que lo hicieron con
sus fracasados antecesores y sus peligrosos adláteres oportunistas que han
sobrevivido a la desaparición de aquellos líderes; ¿el auto proclamado aún no
se ha dado cuenta de que, cuando deje de ser útil para los nefastos propósitos
que solo benefician a esos arrimados
que le rodean, ellos lo traicionarán y lo abandonarán tal y como ya lo están
haciendo, gota a gota, descaradamente para plegarse a los narcogobernantes?
¡Y lo más curioso, lo más
increíble!, es que ese auto titulado
tiene un apoyo internacional muy grande, aunque todos sabemos que esos apoyos,
tanto de las organizaciones internacionales como de los gobiernos de los países,
son una especie de “saludo a la bandera”, pero que ese señor al que me refiero
no lo ha aprovechado adecuada, oportuna y eficientemente, que ha desperdiciado
y está desperdiciando tiempo y oportunidades y esto le ha hecho perder credibilidad y ese
apoyo internacional se debilita cada vez más, excepto de uno que se mantiene
firme, decidido, pero que pasará la factura completa porque su “doctrina” dice
que: “creemos
en Dios, pero todos pagan en efectivo.”
En ese, país «de cuyo nombre no quiero acordarme», suceden
las cosas más inverosímiles, existen: 1) dos presidentes; 2) tres Congresos
Legislativos, uno de ellos con el remoquete de Constitucionalista porque inventa “leyes constitucionales”; 3) dos
Tribunales Máximos de Justicia; 4) dos Fiscales Nacionales Acusadores; 5) ¿dos
Colegios Electorales? y, 6) ¡aunque usted no lo crea!, cinco fuerzas armadas:
una supuestamente constitucional, profesional, pero brutalmente corrompida; una
milicia popular nacional; varias organizaciones paramilitares integradas por
delincuentes que responden a individualidades; una fuerza policial civil; una
fuerza policial de Armas y Tácticas Especiales Swat.
Aquel país es el único lugar
geográfico donde se cumplió el sueño del narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria; es un territorio inhóspito donde lo
más increíble, lo más absurdo, lo más cruel, lo más inhumano, donde la
violación de todos, absolutamente todos los derechos humanos es lo cotidiano;
un territorio conocido por tirios y
troyanos, excepto, al parecer, por el auto titulado presidente que no
termina de reaccionar como el “presidente” que dice ser, que desperdicia su
tiempo y el tiempo de sus fanáticos seguidores en diálogos inútiles y
engañosos, en debates sin fin en el Congreso Legislativo tildado como
“legítimo”; pero lo más grave es que juega con el tiempo y la vida de los
millones de residentes que volcaron sus esperanzas en él; no ha entendido que ÉL NO
PUEDE SER POLÍTICO, NO ENTIENDE QUE ÉL TIENE QUE SER ESTADISTA; ignora,
tiene pánico, o no le da gana de entender que su trabajo es recuperar a aquel país, su país, para las próximas generaciones y no para la montonera
expoliadora de los partidos políticos, y de los especímenes que allí vegetan,
que medran a su alrededor para luego predar a sus anchas, tal y como ya lo han
hecho algunos de ellos sin sufrir ninguna sanción o condena, aunque fuera solo
de palabra, de parte de ese neopseudo
líder.
El auto aclamado dice ser
presidente y Mariscal de la Fuerza Armada Nacional Activa de Defensa (FANAD) de
aquel país, pero al mismo tiempo las critica, desconoce sus interioridades, sus
necesidades como seres humanos y, lo peor de todo es que las hace únicas
responsables de sostener en el Poder
a los narcos mafiosos; tiene la osadía de llamar a los integrantes de esa
fuerza militar para que se rebelen en contra de sus secuestradores, pero cuando
hombres y mujeres de esas FANAD han salido en su apoyo, ese neopolítico se
“achanta”, se hace el desentendido, los traiciona y los abandona a su suerte. Cuatro
grandes sucesos lo han demostrado y en los cuatro él se ha lavado las manos, se
hace el desentendido aun cuando existen pruebas de que, en alguna u otra forma,
ha estado involucrado, o ha tenido conocimiento de lo que se estaba planificando.
No voy, por ahora, a tratar asuntos
diferentes a la situación por la que transita, según pude comprobar in situ, el área militar de aquel
desafortunado y desgraciado país, así que vamos al grano.
La FANAD de aquel país,
insisto, «de cuyo nombre no quiero acordarme»,
se ha convertido en una caricatura de lo que fue en otro tiempo, una
organización militar netamente profesional, orgullosa de sí misma, respetada y
admirada por sus conciudadanos, una institución neta y exclusivamente
profesional que derrotó militarmente
a unas fuerzas irregulares comunistas patrocinadas por la entonces URSS con el apoyo de un fiel sirviente
que prestaba su territorio, suministraba hombres y trasegaba armas y explosivos
con el propósito de conquistar a aquel país no
mencionado; sin embargo, hoy en día aquel fiel sirviente desplazó a su amo
y alcanzó su cometido sin necesidad de emplear ninguna fuerza armada gracias a
la traición de un militar megalómano que logró posiciones de mando debido a la
ineptitud de un general, para aquel entonces director del Instituto Universitario
de Cadetes de la FANAD (IUCFA), que tuvo en sus manos dos oportunidades de
acabar con su carrera antes de que el megalómano obtuviera la posición que
requería para alcanzar sus sueños “imperiales comunistas”; ese general,
teniendo la autoridad y las atribuciones disciplinarias para sacar del servicio
activo al futuro destructor de la FANAD y ahorrarle el actual sufrimiento a
aquella nación, se limitó a emular a Pilatos porque se lavó las manos, y dejó
que sus impasibles jefes superiores inmediatos tomaran la decisión que a él le
correspondía. ¿cómo se puede calificar a ese general que, a veces, escribe por
las redes sociales como un santo inocente?
Volvamos al auto titulado.
Ese señor pareciera que está
sorprendido, obnubilado con las adulaciones y el respaldo internacional que
obtuvo en sus inicios y que poco a poco han ido menguando; aún no se repone de
tantas sorpresas y tantos espaldarazos recibidos y en su delirio insiste en
presentarse como “Mariscal de la FANAD”, … creo que le enviaré una biografía y
algunos libros con las diferentes misivas del caraqueño más ilustre nacido en
nuestro país, en especial donde aparezca: «Llamarse
jefe para no serlo es el colmo de la miseria»
Ese “presidente accidental” 3
ha designado varios personajes como sus representantes diplomáticos en
varias naciones, así como personajes responsables de administrar algunos
recursos, pero varios de los primeros han renunciado por carecer de los
recursos mínimos necesarios incluso para su subsistencia; otros lo han hecho
porque han sido discriminados, criticados y hasta desautorizados; otros son
ignorados debido a que “son viejos”
con lo cual ese “presidente accidental” desprecia la experiencia y, con esa
actitud se muestra como autosuficiente porque se siente “blindado” por ser un
joven millennial…¡cuán equivocado
está!
Otros personajes, designados
por él, lo único que hicieron, y continúan haciendo, es disfrutar de esas
designaciones de diferentes formas: una minoría ha sido descubierta, más no
condenadas, robando recursos aportados por organizaciones humanitarias o los
recursos monetarios incautados a los narcogobernantes;
otros, silenciosamente, se limitan a disfrutar de los recursos que, por
imposición de sus partidos políticos, les hace llegar el millennial, pero este ha sido incapaz de constituir un consejo de
Secretarios de Gobierno (como llaman en aquel país a los Ministros del
Gabinete), solo tiene un grupo privilegiado de “asesores” omniscientes y entre
ellos parece que no tiene a nadie en el área militar, y si lo tiene debe ser un
inútil, o un solapado aprovechador de oportunidades, o un servil de talla
máxima.
¿Cómo es posible, insisto,
que se auto titule “Mariscal de la FANAD” y desprecie e ignore de esa forma a
una organización que es “la reina” de
esa partida de ajedrez que se juega en su país?
¿Qué sabe sobre la Seguridad
Social y el Bienestar de aquellos hombres y mujeres profesionales y los
voluntarios en aquella FANAD, sus familias?, ¿qué sabe de aquellos que
cumplieron su tiempo de servicio y sus familiares inmediatos?, ¿qué sabe de los
familiares que sobrevivieron al militar? ¿qué sabe de historia militar? …si
alguna vez hubiese tenido conocimiento o leído algo sobre Napoleón Bonaparte seguro que hubiese encontrado una frase de “le Petit Caporal” que dice: «Los ejércitos marchan sobre sus estómagos»
Teniendo, como dice tener,
un Fiscal Nacional Acusador y un Tribunal Máximo de Justicia ¿por qué no ha
solicitado la apertura de juicio a los jerarcas corruptos dentro de aquella organización
armada?
Teniendo, como aún tiene,
algún apoyo de Gobiernos de países amigos que han tomado medidas de ciertas
características, algunas calificadas como “sanciones”, ¿por qué no actúa como
un verdadero presidente de aquella nación?, ¿por qué no ha procedido a dictar Decretos y gestionado, ante el Congreso
Legislativo que él “controla”, la autorización para dictar “leyes habilitantes” relacionadas con esa FANAD y sus “negocios”
internacionales?, ¿por qué no ha pasado al estado de “cese de funciones”, en
los cargos y como militar en actividad, a los militares plenamente
identificados como corruptos, e incluso algunos de ellos como narco traficantes, y solicitar a la
interpol sus capturas y entrega a los países cuyas autoridades judiciales los
reclama?…esto también es válido para aquellos que ya se encuentran fuera de
obligaciones militares bien sea porque están cumpliendo otras funciones
diferentes o porque ya no están en actividad.
Esas y otras “cosas”
relacionadas con aquel cuerpo militar son las que no le permiten tener un
respaldo de esa organización de las que él, el millennial, dice ser su Mariscal.
Creo que voy a solicitar la
nacionalidad de aquel país y postularme para ocupar el cargo como Secretario Ejecutivo de la Defensa Militar,
(denominación que reciben los diferentes Secretarios que ejercen funciones
iguales a un Ministro) con la condición sine
qua non de su irrestricto apoyo, respeto, aceptación mutua de que no
existen intereses personales y que solo yo tendré la autoridad máxima para
dictar y tomar las medidas que me correspondan sin injerencias externas; ser el
que tiene la batuta de la orquesta.
Estoy seguro que, en poco tiempo, esa orquesta “alegórica” conocerá e
interpretará impecablemente cuatro obras inmortales: la “Obertura 1812”, “Aida”, “Cabalgata de las walkirias” y “Nabucco”
Si, ya sé que algunos de los
residentes de aquel país me tildarán de arbitrario, no demócrata, dictador y
otros epítetos, pero ¿esos fanáticos intransigentes intolerables, “…ciegos
dirigidos por ciegos morales…”, creen que con diálogos y oraciones ese país
saldrá de la ciénaga maloliente y la destrucción que lo está devorando?; sin
embargo esos detractores gratuitos pueden estar tranquilos porque el señor millennial de aquel país dirá que no hay
forma de como conceder la nacionalidad a un extranjero y seguirá, tranquilo,
con su argolla en la nariz.
Considero acertado
transcribir el discurso pronunciado por un personaje ficticio de la película “V, de venganza”, para que quizás pueda
ser leído por algún habitante de aquel país, para mí sin nombre porque no
quiero recordarlo ya que me causa náuseas.
El escenario se ubica en
Londres por ser en esa ciudad que sucedieron los hechos reales el 5 de
noviembre de 1605 conocidos en la historia como “La conspiración de la pólvora”, este es contenido de ese discurso:
¡Buenas tardes, Londres!
Permitid que, primero, me disculpe por la interrupción. Yo, como muchos de
vosotros, aprecio la comodidad de la rutina diaria, la seguridad de lo
familiar, la tranquilidad de la monotonía. A mí, me gusta tanto como a
vosotros.
Pero con el espíritu de conmemorar los importantes acontecimientos del
pasado (normalmente asociados con la muerte de alguien o el fin de alguna
terrible y sangrienta batalla y que se celebran con una fiesta nacional), he pensado
que podríamos celebrar este 5 de noviembre (un día que, lamentablemente, ya
nadie recuerda) tomándonos 5 minutos de nuestra ajetreada vida para sentarnos y
charlar un poco.
Hay, claro está, personas que no quieren que hablemos. Sospecho que, en
este momento, estarán dando órdenes por teléfono, y que hombres armados ya
vienen en camino. ¿Por qué? Porque mientras puedan utilizarán la fuerza… ¿Para
qué el diálogo?… Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las
palabras hacen posible que algo tome significado y, si se escuchan, enuncian la
verdad.
Y la verdad es que, en este país, algo va muy mal, ¿no? Crueldad e injusticia,
intolerancia y opresión.
Antes tenías libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabas.
Ahora, tienes censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os
conforméis y os convirtáis en sumisos. ¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién es el
culpable?
Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros. Y tendrán que
rendir cuentas.
Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que
miraros al espejo.
Sé por qué lo hicisteis, sé que teníais miedo ¿Y quién no? Guerras,
terror, enfermedades. Había una plaga de problemas que conspiraron para
corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común.
El temor pudo con vosotros y, presas del pánico, acudisteis al actual
líder, Adam Sandler. Os prometió orden, os prometió paz. Y todo cuanto os pidió
a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión.
Anoche intenté poner fin a ese silencio. Anoche destruí el Old Bailey para
recordar a este país lo que ha olvidado. Hace más de cuatrocientos años un gran
ciudadano deseó que el cinco de noviembre quedara grabado en nuestra memoria.
Su esperanza era hacer recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad
son algo más que palabras; son metas alcanzables.
Así que, si no abrís los ojos, si seguís ajenos a los crímenes de este
gobierno, entonces os sugiero que permitáis que el cinco de noviembre pase sin
pena ni gloria.
Pero si veis lo que yo veo, si sentís lo que yo siento y si perseguís lo
que yo persigo, entonces, os pido que os unáis a mí, ante las puertas del
parlamento y juntos, les haremos vivir un cinco de noviembre que jamás, jamás
nadie olvidará.
Junio, 14 de 2020
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1 ¡Caray, se me olvidó cual es el nombre que se le da a
ese tipo de gobierno! ¡No logro recordarlo!
2 Narco Government-Opposition Corporation & Associates
Inc.
3 Que se produjo por azar, fuera de lo acostumbrado o previsto.
Casual 1. adj. Que sucede por casualidad.