Rompiendo una lanza

POR EL IPSFA

 

Coronel (EJ-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

¿Es extraño que lo haga?, pues no, porque hasta ahora considero positivas las acciones del actual presidente de la Junta Administradora del IPSFA.

El anhelo de protagonismo de algunos militares profesionales, que ya cumplieron su servicio activo, es otro de los males que perjudica, no solo a quién lo padece, sino que también a quienes son tomados como objetivos con el propósito de que le sirvan de apoyo para alcanzar sus anhelos a través del engaño y de la demagogia al igual que cualquier político inescrupuloso.

Tenemos años, muchos años, quejándonos de las deficiencias de quienes, desde hace 20 años, han transitado por el IPSFA como presidentes de la Junta Administradora de ese Instituto, pero cuando llega alguno que trata de poner orden en el gran desastre que recibió, le exigimos que use la “varita mágica de Harry Potter y resuelva de inmediato todos los problemas, incluso aquellos que están fuera de su alcance porque escapan de sus atribuciones y nosotros, los militares profesionales o por lo menos aquellos que aún se consideran militares, conocemos perfectamente el significado de “atribuciones” y en especial los que en alguna oportunidad recibimos la “Boleta de sanción” que llamábamos “la papagayo”, con una causal de sanción que decía: “Tomarse atribuciones que no le corresponden”, pero ahora exigimos que algunos jefes de dependencias o comandantes de unidades procedan a tomarse esas atribuciones que no le corresponden. Quizás para los políticos eso sea válido, pero no para los militares profesionales.

El asunto es que pretendemos que el actual presidente de la Junta Administradora del IPSFA sea un Harry Potter, que esté en pleno conocimiento de todas las necesidades de los MILES de afiliados para resolverles sus necesidades y quiero preguntar: ¿eso será posible?

El ciudadano General de División Urbáez Fermín ha sido el único presidente del IPSFA que da respuesta a los casos que se le presentan y es el único que ha establecido una línea directa con varios Oficiales en “reserva activa” para que lo mantengan informado sobre casos que no han sido atendidos; entre esos Oficiales estoy incluido, así como el representante del IORFAN que envía audios y escritos sobre la seguridad social.

Tomemos el ejemplo de dos señores Generales que están hospitalizados, pasando por una situación muy delicada. Pues bien, un vocero del IORFAN aseguró que el ciudadano General presidente del IPSFA había recibido de él la información correspondiente sobre ambos casos y en realidad la única noticia que tenía el presidente del IPSFA era la del ciudadano General Cuervo R y no tenía ninguna información del ciudadano General Daboín P, hasta esta mañana del día de hoy cuando, gracias a un mensaje que recibí del ciudadano General Ferrer Barazarte, fue posible que el suscrito le hiciera llegar la novedad al ciudadano General de División Urbáez F.

Por otra parte, también se exige que el presidente atienda, personalmente, todos los casos que puedan existir, ¿acaso eso será posible?, ¿acaso que cuando nosotros estuvimos en servicio activo lo hacíamos personalmente o delegábamos en un subalterno para que obtuviera la información necesaria, más no la responsabilidad, y luego proceder a tomar la decisión correspondiente?

Adicionalmente, todos tenemos la mala costumbre, incluyéndome, de no tomar las previsiones convenientes para un caso de emergencia de cualquier tipo, siempre dejamos eso de lado haciéndonos eco de aquella frase que se hizo famosa: como vaya viniendo, vamos viendo”, ¿la recuerdan?; así tenemos los múltiples casos funerarios y las intervenciones quirúrgicas de emergencia debido a un accidente.

Es cierto que nuestra LOSSFAN-2015 dice que tenemos que estar amparados por una póliza colectiva, pero si por alguna razón no entra en vigencia el convenio de seguro nada podemos hacer, incluyendo el IPSFA aunque sea el propietario de más del 99 % de las acciones de Seguros Horizonte.

Nuestro Instituto de Previsión Social, luego de la LOSSFAN-2015, quedó como ente ejecutor de la política de seguridad social para los integrantes de la FAN, sus familiares y los sobrevivientes que hayan adquirido el derecho de pensión, y esto lo he dicho en múltiples oportunidades.

Quizás la mayoría desconoce cómo funciona nuestro sistema integral de salud por lo que voy a tratar de hacer un brevísimo resumen.

La LOSSFAN-2015 ordena que primero se debe acudir a la red sanitaria de la FAN y resolver el evento dentro de la misma; si ello no es posible ~tal y como ha venido sucediendo desde hace algunos años~ se inicia el proceso a través de Seguros Horizonte que, hoy día, solo es válido para quienes tienen la póliza complementaria y aquí encontramos tres “vertientes”:

A. Casos de no emergencia:

1. Con la constancia, expedida por el hospital militar de la red sanitaria de la FAN, en la cual se certifica que su caso no puede ser atendido por ese centro salud, usted acude a la red privada y solicita el presupuesto correspondiente y lo presenta a Seguros Horizonte quien aprobará el presupuesto o le entrega una constancia de insuficiencia de la cobertura.

2. Con esa constancia de insuficiencia usted se dirige al IPSFA (sede o sucursal), Gerencia de Bienestar Social, para dar inicio a la activación del Fondo de contingencia para la atención médica (art. 16.5 LOSSFAN-2015)

B. Casos de emergencia:

1. Entendiendo el “deber ser”, usted asiste a cualquier centro de salud, privado o no, en el cual tienen la obligación de atenderlo y alguno de sus allegados deberá realizar los trámites ante Seguros Horizonte para que esta empresa inicie la activación de su póliza y en el caso de no ser suficiente la cobertura, expedir la respectiva constancia para cumplir el proceso indicado en el numeral 2 del párrafo A.

2. Suele suceder, y casi es una norma ineludible, que usted tenga que hacer un pago adelantado al centro de salud, en este caso deberá acudir al IPSFA o a una sucursal para solicitar el reembolso de esa cantidad.

C. Caso de fallecimiento:

1. Deberá iniciar los trámites con Horizonte, quien automáticamente le entregará una constancia de insuficiencia o no existencia de una póliza por seguro funerario. Con esta constancia usted deberá asistir al IPSFA, o a una sucursal, para solicitar el respectivo reembolso, pero fíjese bien, usted deberá pagar todos los gastos por el servicio funerario, ya que la empresa funeraria no esperará que se cumpla todo el trámite y lapsos que tomará la solicitud de reembolso, además de que existe la posibilidad de que no le reintegren el 100 %. ¿Usted ya tiene su póliza funeraria, o lo está dejando para que sus familiares tengan que parir para conseguir el dinero necesario, GENERALMENTE EN DÓLARES INFLACIONARIOS?

A todo esto, es necesario aclarar que el IPSFA no administra ni controla ningún centro de salud militar, porque ellos dependen del Servicio de Sanidad de la FAN.

Por otra parte, nuestro Instituto de Previsión Social ha sido golpeado ferozmente en su patrimonio, además de que sus estatutos y su estructura datan de muchos años y quizás, para cumplir las nuevas demandas, ha crecido para atender coyunturas de algún momento haciéndola pesada, es más, todo el sistema de bienestar y seguridad social de la FAN es anticuado, está disperso, por lo que resulta un poco engorroso y lento los trámites a seguir, además de la dispersión de recursos financieros.

A todo esto, se une un asunto que, aunque parezca insignificante, actúa como la gota permanente sobre una roca hasta que la horada y llega a quebrarla, esa gota se llama ¡Ingratitud!

Muchos dirán, y yo lo he dicho, ¿por qué tengo que agradecer que me den lo que me corresponde?, bueno, reflexionemos un poco, para eso están los años y las canas; es cierto y mantengo a todo lance, que lo que me corresponde por ley es un derecho y nadie ni nada puede ni tiene el derecho de quitármelo, eso es así y punto, pero ¿por qué no decir “gracias”?, ¿por qué no reconocer que alguien está cumpliendo con su trabajo, con sus obligaciones?, ¿acaso que cuando fuimos subalternos no nos agradaba que el superior jerárquico de turno nos felicitara por haber cumplido con nuestro deber?, ¿eso ya lo olvidamos o es que perdimos la cortesía?

Dejemos el protagonismo, dejemos de usarnos uno a los otros para alcanzar prebendas o cargos y tratemos de ser más útiles a quienes tienen necesidades y que nosotros, de alguna forma, podamos ayudar ¿o es que acaso también se olvidó aquello de que “No hay mayor placer que el deber cumplido”?

Agosto, 17 de 2020