MUJER,

DULCE Y PODEROSO MISTERIO ETERNO

Coronel (EjV) Manuel A Ledezma Hernández

Definir a la mujer me parece imposible, al menos para mí.

Cada una guarda en su corazón una esencia, una belleza única, extraordinaria, indescriptible, misteriosa, inescrutable, valerosa, decidida, fuerte. Sin ellas no podría sobrevivir la humanidad, su esencia escapa a toda descripción, porque ellas brillan con luz propia e iluminan con su talento, fortaleza y gracia desde la recién nacida hasta la anciana que guarda en su alma mil silencios sagrados. La adolescente que sueña y busca respuestas; la joven que camina firme tejiendo su propio destino creando mundos nuevos rompiendo cadenas; la mujer de edad madura que con el paso de los años desborda conocimientos y aumenta su gracia, cultiva la paciencia, su fortaleza, su decisión y su ternura; la anciana que es la razón, refugio, oración y raíz que sostiene la vida.

Ellas, unidas por un hilo invisible y sagrado son poesía y un misterio que trasciende el tiempo y la materia.

Por eso sostengo que las mujeres son las auténticas artífices de la vida, esas creadoras incansables que, con su fuerza y ternura, moldean el mundo a su imagen.

Ellas van dejando huellas imborrables, trazos de fuerza y belleza que el tiempo no puede borrar.

¿Acaso queda alguna duda?

Entonces, adentrémonos juntos en la historia...

 

Primero revisemos como era la vida de ellas en aquellas épocas, ...aunque en algunos lugares sigue siendo cruel, llegando a la esclavitud para ellas.

La vida de las mujeres en el siglo XV era muy diferente según la región, la clase social, pero en general existían ciertas características comunes.

En Europa, por ejemplo, en el siglo XV a finales de la Edad Media y principios del Renacimiento las mujeres tenían roles muy definidos, principalmente centrados en la familia y el hogar. Su vida giraba en torno a ser esposas, madres y encargadas de las tareas domésticas. No tenían casi ningunos derechos legales, no podían heredar propiedades ni participar en la política, su estatus dependía de su padre o esposo o un hermano. La mayoría no recibía educación formal, salvo algunas excepciones en familias nobles o religiosas. Muchas trabajaban en el campo, en talleres artesanales, siempre bajo supervisión masculina. El matrimonio era arreglado por los padres para alianzas políticas o económicas.

La Iglesia promovía la obediencia femenina. Muchas ingresaban a conventos, donde podían acceder a cierta educación y autonomía.

A la mujer de clase noble se le permitía participar en actividades sociales y se ocupaba de supervisar el trabajo de las otras mujeres en el hogar.

En los siglos XVIII y XIX, la vida de las mujeres en América Latina no cambió en absoluto, ella estaba marcada por roles muy tradicionales y muy limitados. Continuaban dedicadas al hogar, la familia y las tareas domésticas. La educación formal era escasa y, en general, no se esperaba que participaran en la política o la guerra.

Las mujeres criollas de clases altas, podían tener cierta influencia social y política a través de sus familias, pero las indígenas, las afrodescendientes y las campesinas enfrentaban más limitaciones y discriminación.

La guerra de nuestra independencia abrió espacios para que muchas rompieran esos moldes participando como enfermeras, espías, mensajeras, e incluso en el combate o en la organización de la resistencia.

Veamos algunas de ellas, desde la edad media:

 

SANTA JUANA DE ARCO

1412-1431 Francia

Campesina francesa heroína nacional y santa de la Iglesia Católica. Líder militar, valiente y decidida, ¿usted conoce alguna hoy día?... ¡Yo sí y estoy muy seguro que usted también!

Su historia es el ejemplo clásico de una mujer que desafió las normas de género. Vestida con armadura, participó en varias batallas importantes, como el levantamiento del sitio de Orléans.

Fue capturada por los borgoñones, aliados de los ingleses, y vendida a ellos. Durante su juicio, se negó a renunciar a su misión a pesar de las amenazas. Una anécdota curiosa es que, durante su cautiverio, se cortó el cabello al estilo masculino para evitar abusos, mantener su virginidad y su identidad como guerrera.

No fue juzgada por herejía, sino por representar una amenaza para quienes la acusaban. Sin defensor y ante un tribunal compuesto por 70 jueces aliados a sus enemigos, sufrió un juicio manipulado y fue quemada a los 19 años. Durante el juicio, pronunció frases como estas:

«Ve y lucha; Dios te ayudará»

«No soy una guerrera común; lucho por la justicia y la libertad de mi pueblo»

 

 

CATALINA DE ERAUSO

ESPAÑA/VENEZUELA

Conocida como “La Monja Alférez”, fue una mujer que se vistió de hombre para poder luchar como soldado en las guerras coloniales desafiando las estrictas reglas de género y sociales del siglo XVII.

Su apodo surge porque, aunque se vestía y actuaba como hombre, ella había sido monja y llegó a alcanzar el rango militar de alférez.

Nació en 1592 en San Sebastián, España. Desde muy joven fue enviada a un convento para hacerse monja, pero a los 15 años escapó disfrazada de hombre comenzando a vivir como tal. Participó en duelos y batallas como soldado en varias campañas militares en el Virreinato de Nueva España y en Sudamérica, incluyendo territorios que hoy son parte de Venezuela y Perú, ganándose la fama de valiente y experta con las armas. Así, se convirtió en un ejemplo de cómo una mujer pudo desafiar las normas sociales en un mundo dominado por hombres.

 

JUANA AZURDUY de PADILLA

12 de julio de 1780 - 25 de mayo de 1862

Bolivia/Argentina

Fue una guerrillera que luchó contra el dominio español en el Alto Perú (actual Bolivia). Lideró tropas y participó en numerosas batallas, ganándose el respeto de sus compañeros y enemigos. Su valentía y liderazgo la convirtieron en una heroína regional.

 

MARÍA REMEDIOS DEL VALLE

1768 - 1847

Argentina

Conocida como “La Capitana”, fue una afrodescendiente que luchó en las guerras de independencia argentinas. Participó como soldado y enfermera, y se dice que estuvo en primera línea en varias batallas, incluso cuando muchas mujeres no podían ni acercarse al campo de batalla. Su valentía fue reconocida años después, cuando el gobierno argentino la ascendió post mortem a capitana del ejército.

 

GERTRUDIS BOCANEGRA y VILLALPANDO

8 de enero de 1765 - 11 de octubre de 1817

México

Fue una insurgente mexicana que apoyó la independencia de México. Organizó redes de información y apoyo para los insurgentes y fue capturada y ejecutada por los españoles. Su valentía la convirtió en una heroína nacional.

 

MANUELA SÁENZ ABASCAL

Quito, 1797-23 de noviembre de 1856, Paita, Perú

Probablemente la más famosa, fue compañera y confidente de Simón Bolívar. No solo lo apoyó emocionalmente, sino que participó activamente en la lucha; ayudó a organizar conspiraciones, salvó a Bolívar de un atentado y fue una figura clave en la política y el ejército independentista.

Desde joven mostró un carácter fuerte y decidido. Se involucró activamente en los movimientos independentistas de América del Sur, algo poco común para las mujeres de su época. Su relación con Simón Bolívar no solo fue sentimental, sino también política y militar, ella fue su compañera, confidente y colaboradora en numerosas campañas.

Bolívar, refiriéndose a ella dijo:

«Manuela es mi compañera inseparable, la mujer más valiente y leal que he conocido»

Luchó contra las normas sociales que minimizaban el papel de las mujeres, y se convirtió en un símbolo de valentía y compromiso con la libertad.

Pasó sus últimos años en el exilio, lejos de la gloria que tuvo durante la independencia. Durante mucho tiempo fue olvidada en la historia oficial, hoy en día es reconocida por su legado como pionera en la lucha por la independencia y los derechos de las mujeres en América Latina.

No todas sus palabras fueron registradas textualmente, pero estas resumen su pensamiento según documentos y testimonios históricos:

 

«La verdadera libertad no se conquista con palabras, sino con acciones firmes y decididas»


«No temo a la muerte, sino a la traición de los ideales por los que luchamos»

«Ser mujer no es impedimento para ser valiente y tomar las armas por la justicia»


Ahora hablemos de aquellas valientes mujeres que, con entrega y coraje, participaron activamente en la lucha por nuestra independencia, dejando una huella imborrable en nuestra historia.

 

Josefa Venancia de la Encarnación Camejo y Cedeño

1791-1862

Nació en Paraguaná, en la región de Coro. Provenía de una familia criolla acomodada, lo que le permitió tener acceso a educación y a círculos sociales donde se discutían ideas independentistas. Participó en la organización de milicias y en la defensa de territorios contra los realistas. Fue una de las primeras mujeres en tomar un papel activo en la lucha por la independencia. En 1813, cuando las fuerzas realistas amenazaban Coro, organizó y lideró un grupo de mujeres y se encargó de motivar a la población, recolectar armas y suministros y participó en la defensa de la ciudad. Su valentía fue tal que llegó a ser llamada “La heroína de Paraguaná”.

 

FRANCISCA DE LA CONCEPCIÓN DE LA CONCHA

1754-1821

Francisca de la Concepción de la Concha fue una religiosa y escritora peruana, reconocida por su obra literaria y espiritual.

Fue una mujer criolla que vivió en Caracas. No hay tanta información detallada sobre su vida como en el caso de Josefa Camejo, pero se sabe que fue una ferviente partidaria de la independencia ayudando con recursos propios y logística, refugio y ayuda a los líderes independentistas y a los soldados. Su casa fue un punto de encuentro para conspiradores y patriotas.

Fue arrestada en más de una ocasión por las autoridades realistas debido a sus actividades, pero siempre mantuvo su compromiso con la independencia. Su valentía y discreción fueron claves para mantener la red de apoyo patriota en Caracas, especialmente en momentos difíciles.

 

LUISA CÁCERES Y LÓPEZ DE ARISMENDI

25 de noviembre de 1799-28 de junio de 1866

La Asunción, Isla Margarita, Venezuela

Es un símbolo de la resistencia y el sacrificio. Fue encarcelada y sufrió mucho por apoyar la causa independentista, pero nunca traicionó sus ideales. Su historia inspira el valor y la fortaleza de las mujeres en la guerra.

 

CATALINA DE ERAUSO y LARREA

10 de febrero de 1592-1650 (aprox)

San Sebastián, España - Ciudad de México

Conocida como “La Monja Alférez”, fue una mujer que se vistió de hombre para poder luchar como soldado en las guerras coloniales. Aunque su historia es más legendaria, representa la lucha de muchas mujeres que desafiaron las normas de género para participar en la guerra.

Desde muy joven fue enviada a un convento para hacerse monja, pero a los 15 años escapó disfrazada de hombre. Su historia comienza con una huida llena de valentía y rebeldía contra las normas sociales de la época.

Vivió gran parte de su vida como hombre, participando como soldado en varias campañas militares en el Virreinato de Nueva España (actual México) y en Sudamérica, incluyendo territorios que hoy son parte de Venezuela. Su vida desafió las estrictas reglas de género y sociales del siglo XVII.

Su apodo surge porque, aunque se vestía y actuaba como hombre, ella había sido monja. Alcanzó el rango militar de alférez (subteniente). Así, “La Monja Alférez” refleja esa dualidad entre su pasado religioso y su vida militar.

 

JUANA SUJO LÓPEZ

1913 - 1961

Buenos Aires, Argentina - Caracas, Venezuela

Juana Sujo fue una destacada actriz y directora teatral venezolana, reconocida por su talento y su contribución al teatro en Venezuela. Durante su exilio político en Venezuela (debido a la dictadura en Argentina), encontró en el teatro una forma de resistencia y expresión cultural, convirtiéndose en un símbolo de libertad artística.

 

Esta microreseña pretende rendir homenaje a esas mujeres valientes que, a lo largo de la historia, se levantaron con el coraje de un soldado en batalla contra la sumisión, la esclavitud, la tiranía y la negación de sus derechos. Bajo la apariencia de una fragilidad malentendida, latía un espíritu indomable, un guerrero silencioso lleno de fuerza y determinación.

Fueron el alma y la llama que encendió la esperanza durante los once años de nuestra guerra de independencia. Resistieron con la disciplina y el valor de un ejército frente a las dictaduras y tiranías que oscurecieron nuestra historia contemporánea. Hoy, siguen siendo faros de luz en tiempos sombríos, centinelas firmes en la defensa de la libertad.

Como dijo la escritora y filósofa Simone de Beauvoir:

 

«No se nace mujer: se llega a serlo»

 

Esta verdad es un llamado a la batalla diaria, una orden que nos recuerda que la verdadera fuerza reside en la lucha constante por la libertad y la justicia.

Los hechos son testigos eternos del heroísmo que las mujeres pueden alcanzar. Sus legados, como un estandarte en llamas, seguirán iluminando nuestro camino hacia la victoria y la libertad.

 

 

Y a ti, mujer que luchas en la sombra, sin descanso ni recursos, pero con un corazón indomable, te digo:

 

 

Existes, eres real, poderosa y tu fuerza no tiene límites, es imparable. Aunque hoy te obliguen al silencio y a la clandestinidad, tu lucha es la voz que romperá cadenas y derribará muros. Vencerás, porque la libertad que buscas no es un sueño lejano, sino un destino inevitable que ya camina contigo.

No estás sola.

¡Ni nunca lo estarás mientras exista un sueño y ansias de LIBERTAD!

Octubre, 31 de 2025