NÚREMBERG
La justicia y la memoria que seguimos negando.
Coronel (EjV) Manuel A Ledezma Hernández
Introducción
Los juicios de
Núremberg representan (¿o representaron?) un hito fundamental en la historia de
la justicia internacional y la memoria colectiva.
Fueron el
intento más claro y contundente de enfrentar los crímenes atroces cometidos por
los miembros del Partido Nacionalsocialista
Obrero Alemán, liderados por Adolf Hitler, quienes promovían una ideología
basada en el nacionalismo socialista extremo, el racismo y la dictadura
totalitaria en procura del poder absoluto.
Establecieron
precedentes legales y morales que deberían guiar a la humanidad para siempre.
Sin embargo, a pesar de la gravedad de esas sentencias y la claridad de la
lección impartida, la humanidad continúa negando tanto la justicia así como la
memoria que Núremberg nos legó. Esta negación no solo pone en riesgo el respeto
a los derechos humanos, sino que también abre la puerta a la repetición de
horrores similares a los que nosotros padecemos en estos días desde hace más de
veinte (20+) años.
I
La Ciudad
de Núremberg
Nürnberg, en alemán,
es una ciudad histórica ubicada en el estado de Baviera, en el sur de Alemania.
Es una ciudad a orillas del río Pegnitz, en la región de la Franconia Media.
Tiene una población de 544.200
habitantes en 2023.
Su historia se
remonta al siglo XI, cuando comenzó a desarrollarse como un importante centro
comercial en Europa.
Su casco
histórico está rodeado por una muralla medieval de más de 4 km (originalmente,
5 km) construida a partir del año 1325.
Es famosa por
su impresionante centro urbano medieval, con murallas, castillos y plazas. Fue
un centro importante para el comercio y la cultura durante la Edad Media.
El Castillo de
Núremberg es una fortaleza medieval que domina la ciudad y ofrece vistas
panorámicas. Las calles de su casco antiguo están empedradas; plazas como el Mercado
Principal se encuentra centro del casco antiguo; posee edificios históricos
bien conservados; el Museo Nacional Germano es uno de los museos más
importantes de Alemania dedicado a la cultura e historia alemana.
La ciudad es
muy conocida, entre otras cosas, por su mercado navideño, que se realiza durante
cuatro semanas y es visitado por más de dos millones de personas de distintas
partes del mundo.
Sin embargo,
la ciudad fue arrasada durante la Segunda Guerra Mundial debido a los bombardeos
aliados entre 1943 y 1945, a pesar de que la mayoría de la población de
Núremberg no se identificaba con la ideología y los ideales nacionalsocialistas,
a diferencia de otras ciudades en Alemania. Algunos de sus edificios antiguos
existentes fueron reconstruidos de acuerdo a los planos originales con los
restos que se pudieron recuperar.
En los
bombardeos del 2 de enero de 1945 perecieron 6.000 civiles, 100.000 quedaron
sin hogar y el 90% de la ciudad medieval fue destruida.
Desafortunadamente
hoy día la ciudad es más conocida, por los Juicios de Núremberg, donde se juzgó
a los principales criminales de guerra nazis después de la Segunda Guerra
Mundial, un momento clave en la historia del derecho internacional.
II
Qué fue el Juicio de Núremberg
Fueron una serie de procesos judiciales
que se llevaron a cabo entre 1945 y 1946, en la ciudad alemana de Núremberg
donde se juzgaron a los principales líderes nazis por crímenes de guerra,
crímenes contra la humanidad y crímenes contra la paz. Por primera vez en la historia se estableció
un tribunal internacional para juzgar a individuos por estos delitos y sentó
precedentes importantes para el derecho internacional y los derechos humanos.
Los acusados incluían a altos cargos del
gobierno nazi, MILITARES, por
torturas, deportaciones y otras atrocidades cometidas durante la guerra. ¿Algunas
semejanzas?
Los más conocidos fueron:
Hermann Göring: Segundo al mando después de Hitler,
jefe de la Luftwaffe. ¿Otra semejanza?
Rudolf Hess: Mano derecha de Hitler, conocido por
su vuelo a Escocia en 1941. ¿Se repite la semejanza?
Joachim von Ribbentrop: Ministro de Relaciones Exteriores.
¿Otra más?
Albert Speer: Ministro de Armamento y Guerra,
conocido por su papel en la industria bélica nazi. ¿Más semejanza?
Wilhelm Keitel: Jefe del Alto Mando Militar. ¿Se
repite la semejanza?
Julius Streicher: Editor del periódico antisemita
"Der Stürmer". (Son muchos los que en estos días son muy semejantes)
Fueron acusados de cuatro cargos
principales:
Conspiración para cometer crímenes
contra la paz. ¿Algunos de los que
conocemos cometieron y cometen esos crímenes?
Crímenes contra la paz: Planificación y ejecución de guerras agresivas. ¿Algunos
de los que conocemos cometieron y cometen esos crímenes en toda la extensión de
la palabra?
Crímenes de guerra: Violaciones de las leyes y costumbres de la guerra. ¿Algunos
de los que conocemos cometieron y cometen esos crímenes?
Crímenes contra la humanidad: Asesinatos, exterminios, esclavitud, deportaciones y
persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos. ¿Algunos de los que
conocemos cometieron y cometen esos crímenes?
Fueron dictadas 12 condenas a muerte
(incluyendo a Göring, que se suicidó antes de la ejecución); 3 condenas a
cadena perpetua; varios condenados a penas de prisión; 3
absueltos. (Para todos los actuales presuntos no existe la pena de muerte y
es una pena verdadera)
Su legado histórico fue:
Creación del derecho penal
internacional, se sentaron las bases
para tribunales internacionales posteriores, como el Tribunal Penal
Internacional. Lamentablemente hoy inexistentes gracias a la lenidad, la
impunidad y la corrupción.
Reconocimiento de crímenes contra la
humanidad por primera vez, se definieron
y juzgaron estos crímenes, pero la enorme cantidad de crímenes contra la
humanidad siguen creciendo.
Responsabilidad individual, se
estableció que los líderes y oficiales no podían escudarse en órdenes
superiores para justificar crímenes.
Hoy día reciben condecoraciones, prebendas y reconocimientos.
Memoria y justicia, se documentaron las atrocidades del Holocausto y la
guerra, contribuyendo a la memoria histórica. En esta Tierra de gracia están ampliamente documentadas y no han servido de
nada.
Antes de los Juicios en Núremberg, no existía un tribunal que juzgara a líderes por iniciar guerras o cometer genocidios. Gracias a estos juicios, se estableció que nadie está por encima de la ley, ni siquiera un jefe de Estado y esto se ha transformado en una gran falacia.
III
¿Cuál fue el
destino de los soldados y oficiales involucrados en las atrocidades?
El destino de los soldados y
oficiales que participaron en las atrocidades fue variado y dependió mucho del rol, cooperación y nivel de
responsabilidad de cada uno.
Muchos soldados y oficiales que
participaron en los crímenes, pero que decidieron colaborar con la
justicia y testificar contra los
altos mandos, a menudo recibieron
un trato más favorable. Por ejemplo, algunos fueron liberados o recibieron
penas menores.
Otros oficiales y soldados fueron
juzgados en tribunales militares o civiles, en Alemania y otros países.
Dependiendo de la gravedad de sus
actos y pruebas en su contra, recibieron condenas que iban desde prisión hasta
la pena de muerte.
IV
Reflexión final
La historia de la Segunda Guerra Mundial
nos muestra la crueldad a la que puede llegar la humanidad cuando se pierde el
respeto por la vida y la dignidad. No podemos ni debemos olvidar las
consecuencias devastadoras de tales actos: sufrimiento inconmensurable, destrucción
y pérdidas irreparables que se cometieron y se siguen cometiendo en esta Tierra se gracia.
Es una esperanza anhelada que esta
experiencia sirva como un duro y solemne recordatorio para todos los actores:
aquellos que COMETIERON, LOS QUE AÚN COMETEN Y LOS QUE PODRÍAN
VERSE TENTADOS a repetir los mismos crímenes atroces.
Como dijo el juez Robert H. Jackson,
fiscal principal en los Juicios de Núremberg:
«La
historia del hombre es la historia de la lucha entre la justicia y la
injusticia»
La Segunda Guerra Mundial nos mostró el
precipicio al que puede llegar la humanidad: un estado de destrucción y decadencia
que arrasó con los valores más esenciales. Fue un caos total, donde el desorden
y la desesperación se apoderaron de las personas, sumiéndolas en una profunda
angustia. Aunque la esperanza parecía perdida en medio de esa oscuridad, sigue
siendo la joya más valiosa que nos impulsa a creer en una salida, en la
posibilidad de recuperar nuestra humanidad, el respeto por la vida y la
dignidad que nos definen.
Sin embargo, en medio de esta oscuridad, también reside una esperanza necesaria y firme. La memoria colectiva y la justicia, como lo demostraron los Juicios de Núremberg, son nuestras herramientas para evitar que estas tragedias se repitan. Que cada generación aprenda de los errores del pasado, que la conciencia y la humanidad prevalezcan sobre la violencia y la impunidad. Solo así podremos construir un futuro donde la paz y el respeto sean los verdaderos protagonistas.
Esta experiencia invaluable es un faro y
una advertencia, una lección dolorosa que aún permanece sin aprender.
No podemos ni debemos olvidar las
consecuencias devastadoras de tales actos.
Recordemos las palabras de Elie Wiesel,
sobreviviente del Holocausto, quien afirmó:
«El
opuesto del amor no es el odio, es la indiferencia»
«La indiferencia ante el sufrimiento y
la injusticia abre la puerta a la repetición de los horrores»
V
A título de sugerencia
Frente a los nuevos comienzos que
estamos viviendo, cada paso que demos tendrá un impacto real. Nos llaman a
actuar con valentía, determinación y confianza, porque esos valores son los que
marcarán la diferencia. Hoy tenemos en nuestras manos la oportunidad y la
responsabilidad de transformar nuestro futuro. ¡Es momento de avanzar con
fuerza y esperanza!
Para lograr eso debemos tomar algunas
medidas, la mayoría relacionadas con la justicia:
1. Ya debe estar elaborado y firmado,
mediante decreto del legítimo presidente de la república, un nuevo Código de
Justicia, sus leyes conexas y sus respectivos reglamentos prioritarios.
2. En esa modificación, que solo es una actualización,
se debe aumentar las penas hasta cincuenta años para los delitos de crimen de
lesa humanidad; corrupción en perjuicio del Estado; la gavilla y el gavillamiento;
los delitos contra la seguridad del Estado; la traición a la patria y conexos; el
femicidio, sin considerar el motivo ni el contexto del crimen; con énfasis las violaciones
contra los niños y adolescentes.
3. Eliminar los agravantes de cualquier
tipo en los crímenes. Se debe juzgar y sentenciar en función de cada crimen
cometido, aun cuando el conjunto de las penas excedan los cincuenta años, es
decir, por cada delito una pena.
4. Eliminar el cargo de comandante en
jefe de la fuerza armada y reemplazarlo por un “Comité de la fuerza armada”
cuyos integrantes serán los presidentes de los poderes legislativo, el
judicial, el ejecutivo, el contralor y el oficial de mayor grado dentro de la
fuerza armada. Existen muchas razones para ello.
Ahora
es el momento para cambiar el rumbo de nuestra
“Tierra se gracia”.
Octubre, 14 de 2025