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Ciudadana Vicealmirante
ÉRIKA COROMOTO VÍRGÜEZ OVIEDO
Y SU
DEUDA MONETARIA CON LOS AFILIADOS

Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

PREVIO
Estaba previsto publicar este escrito el pasado jueves 07 del presente mes, pero una saboteadora cachama 1 declaró la “guerra eléctrica” y atacó el sistema generador de electricidad de El Guri dejando sin energía eléctrica al país casi durante 48 horas. Una vez vencida en brava lid esa atrevida cachama fue posible hacer esta publicación.

¡Al fin!… la ciudadana Vicealmirante Virgüez Oviedo, presidente de la Junta Administradora del IPSFA, ordenó publicar las planillas de liquidación de haberes (netos) que estaban pendientes desde agosto 2018 y lo extendió hasta el presente mes de marzo 2019, pero… ¿fue ella o fue el Teniente Comisario Cabello de informática? ¡El mismo que llamó estafadora a una dama sobreviviente porque recibía el pago de la prima por descendencia que le corresponde por derecho!
Hubo dos intentos anteriores y ambos resultaron un desastre y no es que esta última publicación no sea también un desastre; para comenzar, el texto en su presentación original está hecho con una letra microscópica, casi ilegible cuando se imprime la planilla. Adicionalmente ellas sirven para evidenciar la anarquía existente en la forma de determinar nuestras jubilaciones y pensiones.
Vamos a ver si logro explicarme.
Partimos del hecho desconocido de la existencia de alguna directiva, tabla u otro instrumento que regule o determine el monto de nuestra jubilación y pensiones y que pareciera ser que se ajustan según el estado de la bilis del ministro de la defensa, o de la presidente de la Junta Administradora del IPSFA, o del teniente comisario que labora en informática, o de alguna autoridad, venezolana o cubana, en el ministerio de la defensa. Sí se sabe que existe un documento denominado, si mal no recuerdo, CONTRATO MARCO SOCIALISTA DE LAS Y LOS TRABAJADORES, el cual fue aplicado a nuestras jubilaciones y pensiones hasta el mes de agosto 2018 inclusive, pero a partir de ese mes comenzó la debacle porque, a partir de él, inclusive, se suspendió la publicación de los netos y dejaron de pagar algunas primas y bonificaciones.
La relación de irregularidades es extensa y trataré de resumirla tomando como lógica referencia los pagos mensuales que el IPSFA depositó en mi cuenta bancaria y los netos recién publicados. Recuerde que cada persona es un caso particular porque influyen varios aspectos como son, el grado o jerarquía, años de servicio, nivel académico y descendencia.
Las remuneraciones, para todos hasta el mes julio 2018, contemplaban los siguientes renglones:
1. Sueldo base. Así lo citan en el neto.
2. Prima por tiempo de servicio.
3. Prima por no ascenso.
4. Prima de profesionalización.
5. Bono de transporte.
6. Prima por descendencia.
7. Complemento salarial de productividad.
8. Protección familiar.
En el mes de agosto 2018 la presidente de la Junta Administradora del IPSFA suspendió la publicación de los netos y desde esa fecha comenzaron las incertidumbres y las muy numerosas irregularidades en el pago de esos beneficios socioeconómicos que ya eran derechos adquiridos.
Veamos:
En AGOSTO 2018 eliminaron la Prima por no ascenso y desde SEPTIEMBRE 2018 hasta marzo 2019 eliminaron: 1. Prima no ascenso; 2. Prima de transporte; 3. Prima descendencia; 4. Complemento salarial de productividad y 5. Protección familiar.
En MARZO 2019 disminuyeron la Prima por tiempo de servicio de 12.117,60 a 10.454,40 bolívares, es decir, a los Coroneles y Capitanes de Navío que cumplimos los treinta años de servicio nos quitaron o nos sustrajeron, la cantidad de 1.663,20 bolívares en el mes de marzo 2019, lo cual incidió en el monto del Bono Recreacional que también pagaron en ese mismo mes; total, nos deben Bs. 3.326,40 por la Prima por tiempo de servicio. Esta irregularidad también sucedió con el resto de los militares profesionales en situación de retiro; ¿cuánto dinero representa ese “descuento abusivo” si sumamos el número de oficiales y tropa profesional en situación de retiro más el número de familiares pensionados?
A partir del mes de septiembre 2018 nos rebajaron nuestros ingresos al no aplicar el tabulador inserto en el Punto de Cuenta Nº 135-18, elaborado en función de una orden del entonces “presidente” de la república, emitida públicamente en el teatro de la Academia Militar de Venezuela el día 15 de junio de 2018, y que fue presentado por el GJ Vladimir Padrino, en ese entonces ministro de la defensa y aprobado por Eloína Rodríguez quien era vicepresidente de la república. En ese punto de cuenta, aprobado por esas dos personas, se establece que, para un Teniente con tres años de servicio le corresponde,  como sueldo básico, un factor de 9,60 multiplicado por el salario mínimo nacional; para un Coronel con cinco años en el grado le corresponde el factor 16,95; para un General de División con cuatro años el factor es de 18,65; para un Sargento Segundo con tres años de servicio el factor es de 6,70 y para un Sargento Supervisor con cuatro años el factor es de 15,00. Con estos datos usted podrá tener una idea sobre cual TIENE QUE SER SU REMUNERACIÓN BÁSICA EN ESTOS MOMENTOS. Pero algo curioso e inesperado sucedió en una reunión que sostuvo el GJ Vladimir Padrino con algunos oficiales y allí manifestó que no era posible que un Teniente tuviera un sueldo de Bs. 172.800; la pregunta obligada es: ¿por qué no?
En mi caso, como Coronel con treinta (30) años de servicio, considerando que el actual salario mínimo es de Bs. 18.000, me correspondería una remuneración básica igual a Bs. 305.100 a partir del día 15 de enero 2019, sin embargo, esa remuneración básica fue de Bs 7.920, es decir, aplicaron un factor igual a 0,44… ¿de dónde demonios sacan un factor como ese?; luego, desde febrero hasta marzo inclusive la remuneración básica fue de Bs 36.720, aquí hicieron otra modificación del factor y lo elevaron hasta 2,04 ¡otro cálculo extraño!; ¿cuáles variables toman en cuenta los encargados de hacer esos cálculos?, ¿esos “calculadores” están residenciados en el país, o viven en el “mar de la felicidad” de Cuba? En definitiva, el asunto es que, a falta de información oficial o de una explicación dada por una persona “cuerda” y no por un orate, la remuneración básica para un Coronel o Capitán de Navío, con treinta años de servicio cumplidos, tendría que ser igual a Bs. 305.100, por lo tanto, la señora Vicealmirante presidente de la Junta Administradora del IPSFA, OJO, no es el IPSFA como tal, nos debe a cada uno Bs. 297.180 del mes de enero, más un total de Bs. 805.140 correspondiente a la suma de los meses febrero, marzo y bono recreacional, solo en remuneración básica, porque a esa cantidad hay sumar lo correspondiente a las primas y bonificaciones que no entraré a detallar porque este escrito sería demasiado extenso y tedioso como cualquier informe financiero.
Reitero, respetado lector, esto solo es un pasaje rasante, la deuda es mucho muy mayor ya que, por ejemplo, sólo en el no pago de las primas que borraron de un plumazo y que son derechos adquiridos, la señora Vicealmirante presidente de la Junta Administradora del IPSFA, en mi caso particular, insisto, me debe por no pagos de primas desde agosto 2018 hasta marzo 2019 la cantidad de Bs. 411.868,09 sin incluir la deuda por remuneración básica.
Usted podría preguntarme… ¿qué piensa hacer usted Coronel?, y yo podría repreguntarle… ¿y usted que piensa hacer?, sin embargo, le diré que, como ya falta muy poco para que se restablezca el estado de derecho en esta TIERRA DE GRACIA, intentaré otra demanda (ya tengo una en el actual TSJ que solo espera que esos jueces dicten sentencia) para que, aunque sean mis nietos reciban el dinero de esa acción judicial porque, al fin y al cabo, es patrimonio familiar.
Pero aquí no termina la garrafal cadena de errores que comete, o deja cometer la Vicealmirante Virgüez Oviedo, presidente de la Junta Administradora del IPSFA, ya que el Teniente Comisario destacado en la gerencia de informática IPSFA, ordenó pagar a finales de enero 2019 las jubilaciones correspondientes al mes de febrero 2019 y luego, en los primeros días de ese mismo mes ordenó otro pago, por igual monto, a un alto número de afiliados ¿y que hizo ese sabio Comisario?, ordenó el bloqueo de esa última cantidad a quienes no la habían gastado y que permanece a la vista de esas personas como si fuera un dulce para un niño al que se le dice: “te doy este dulce pero no te lo puedes comer hasta que YO TODOPODEROSO te lo autorice”, ¿cómo llamar esa conducta?… ¡yo la llamo tortura, sadismo! ¿Cuál hubiese sido la solución?, ¡la misma que en otras oportunidades aplicaron otros desastrosos presidentes de la Junta Administradora del IPSFA y fue dejar que el afiliado dispusiera de esa cantidad YA DEPOSITADA, es decir pago ya erogado, y luego la descontaba, mensualmente sin intereses; pero no, tanto la Vicealmirante como el Teniente comisario carecen de humanidad, de sensibilidad. De todas formas, dejo todo eso a su juicio y criterio, así como las acciones que deberán realizar las personas afectadas.
Ahora, como todo adulto terco de la tercera edad, insisto… ¿usted qué piensa hacer?
Por mi parte, hoy di un pequeño paso, por enésima vez, pero nada esperanzador debido a mi experiencia; asistí a una reunión en el IORFAN, gracias a una invitación de su actual Junta Directiva todos integrantes “repitientes”, excepto el vocal por la armada, y les expuse estos mismos puntos que, según manifestaron, les servirá para redactar otro documento para entregar a la Vicealmirante presidente de la Junta Administradora del IPSFA. Hago esta última referencia por dos razones: una, para demostrar que sí me he reunido con las diferentes Juntas Directivas del IORFAN, tanto de manera formal como informal, todas por invitación y todas con el propósito de redactar un documento para entregar al ministro de la defensa, o al viceministro de adscripción, o para quien presida el IPSFA y todos, absolutamente todos esos escritos, han sido ignorados, ¿razones del por qué?… las desconozco, y segundo, para que usted, afiliado al IORFAN, exija cuentas a la Junta Directiva de ese Instituto.
Por cierto, a esa reunión asistió el ciudadano Coronel (Ej) Carlos Martín Peñaloza Barrientos, oficial de muy amplios conocimientos en el área administrativa y de dirección quien también suministró información muy importante, clara y precisa que será incluida en el documento que elevará el IORFAN al nivel que corresponda.
Marzo, 07 de 2019
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1 Pez de río de hasta un metro de longitud, de cuerpo ancho, grueso y de fuerte dentadura.




Ciudadano
JUAN GERARDO GUAIDÓ MÁRQUEZ

Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

 Ciudadano presidente (e) de la presidencia de la república de Venezuela.
Reconozco que es muy alta presunción de mi parte que usted pueda leer esta colaboración, por tres razones fundamentales: 1. No nos conocemos; 2. Su tiempo es muy escaso debido a los altos compromisos nacionales e internacionales que ha contraído; 3. Ya está siendo aislado por sus colaboradores más inmediatos como consecuencia del punto Nº 2 mencionado. Sin embargo, nada de lo anterior me limita para decirle algunas cosas relacionadas con nuestra fuerza armada; quizás, por algún azar, esto llegue a su conocimiento.
No sé quiénes conforman y cómo están organizados sus asesores en el área militar, pero es mi apreciación que no lo están haciendo muy bien y me voy a permitir expresarle mi opinión el por qué creo eso.
Quizás algunos sean egresados del IADEN - o como se llame ahora en esta “roboilusión” – con un muy alto índice de rendimiento académico, pero el hecho es que eso no significa que realmente conozcan a la fuerza armada en su quinta esencia primigenia: la mujer y el hombre militar.
Ya son muchos y variados los mensajes - y hasta órdenes, como la impartida hoy - emitidos por usted personalmente y por otros entes que trabajan para usted o son independientes. Esos mensajes, aunque muchos son emotivos, no llegan al verdadero destinatario por múltiples razones que me permitiré resumir a continuación:
1. Siguen el patrón de una arenga que, en realidad, no aviva el ánimo a quien va dirigido. Esa parafernalia de cornetas, marchas, himnos, desfiles, colección de armas, banderas, menciones de héroes de la independencia y hechos gloriosos del pasado, frases magistrales, todo eso, en esos momentos, carecen de importancia.
2. Los mensajes no contienen un real propósito de convencimiento, son mensajes, por decirlo de alguna manera, vacíos, insulsos, fútiles, “forzados” porque están concebidos para obligar o precisar al receptor del mensaje para que ejecute algo.
3. Van dirigidos, principalmente, a una “cosa”, a un conglomerado humano al que han llamado institución armada y ella, como tal, como ser inanimado que es, ni siente ni padece y es aquí donde radica la principal deficiencia porque ignora la quinta esencia primigenia de cualquier fuerza armada.
¿Sabe por qué sucede eso?, porque a través de nuestra existencia, desde la etapa colonial hasta el día de hoy 12 de febrero de 2019, el militar venezolano ha sido visto casi como una “cosa”, que puede ser usada a capricho de un personaje denominado Comandante en Jefe que no tiene ni remota idea de lo que es y lo que significa ser militar; ese militar profesional, porque SÍ LO ES y el soldado y el marinero alistado, siempre han sido infravalorados; se les critica si recibe una justa remuneración porque se cree que ese ser humano no es útil, que solo vegeta dentro de cuatro paredes de un cuartel; casi no es considerado como ciudadano del país; son tratados hipócritamente porque lo que sí se sabe muy bien es que, esa “cosa”, se puede “usar” cuando alguna situación en particular se hace difícil de resolver y que, generalmente, no son originadas por ese ser humano llamado militar; situaciones que muchas veces son generadas por acciones de los políticos y por los mismos ciudadanos que no saben elegir a sus administradores.
Ciudadano presidente (e) de la presidencia de la república de Venezuela, ¿quiere ganarse la voluntad de la verdadera fuerza armada?, entonces tome en cuenta a la mujer, al hombre y no a la maquinaria denominada fuerza armada; distánciese de esa caterva de generales y almirantes fabricados por la involución generada por la “roboilusión” predadora de nuestras riquezas, nuestra libertad, de nuestras esperanzas, de nuestras ilusiones, de nuestra felicidad, de nuestra salud, ¡DE NUESTRAS VIDAS!, y que están buscando un agujero para ver como sobreviven a lo que inevitablemente se avecina, ¡no les brinde ese espacio!
En diversas oportunidades he oído que usted considera nombrar un ministro de la defensa que supuestamente tiene seguidores dentro de la fuerza armada, bueno, tenga mucho cuidado con eso porque “seguidores” tienen los caudillos y los soldados tenemos líderes y LÍDER, muy abreviado, en nuestra fuerza armada, es esa mujer u hombre investido de autoridad y comando; que come y duerme,  después que todos sus soldados hayan comido y estén cómodos en sus dormitorios o barracas; es aquél que vela por sus soldados enfermos o heridos, los visita con frecuencia y hace que sean atendidos eficaz y eficientemente; es aquel que está pendiente del bienestar de sus soldados inclusive el de su familia; es aquel que vela por la seguridad social que tiene que proteger a sus soldados y a su familia; es aquel que defiende a sus soldados ante las injusticias de las que pueden ser víctimas; es aquel que se preocupa para que sus remuneraciones sean justas, suficientes y que las reciba exactamente en el momento que tiene que recibirlas; es aquel que se preocupa porque sus soldados tengan una vivienda digna; es aquel que lucha ferozmente para que sus soldados sean vistos como ciudadanos y disfruten de los derechos humanos, económicos, sociales y políticos que les garantiza nuestra constitución y las leyes, con la única excepción de la no militancia, beligerancia ni dependencia político partidista ni está al servicio exclusivo de persona alguna; es aquel que no se pertenece porque está dedicado las 24 horas del día, los 365 días del año, incondicionalmente, al servicio de la Nación y de sus habitantes, aún a costa de su propia felicidad y bienestar familiar y más aún, a costa de lo más sagrado como es la propia vida, tal y como se lo exige su juramento.
Dígame usted, ¿cuántos de esos advenedizos generales y almirantes que han comenzado a acercársele clandestinamente reúnen, aunque sea la mitad de lo enumerado antes?, si así fuera no existirían tantas solicitudes de baja no aprobadas, tantas deserciones en todos los niveles jerárquicos, apatía, negligencia, deficiente entrenamiento y capacitación militar, y lo más grave, no se hubiera aceptado la intromisión de agentes y militares cubanos dentro de nuestra fuerza armada y otras dependencias vitales para la república.
Han mencionado a un general, en situación de retiro, como posible ministro de la defensa in pectore, cuidado, mucho cuidado. Procure considerar otro, también en situación de retiro y “no contaminado” por la “roboilusión”; este oficial, General de División, fue ministro de la defensa y aunque tuvo la oportunidad de tomar la presidencia de la república como consecuencia de cierto desastre, donde todos los poderes nacionales estuvieron ausentes, ese general se mantuvo firme y defendió la constitución, impuso la paz y devolvió a los poderes sus respectivas responsabilidades. Fue el Lucio Quincio Cincinato del siglo XX.
Ciudadano presidente (e) de la república, acuda y sensibilice a esa quinta esencia primigenia que no es otra sino ése ser humano que decidió ser militar; un ser humano casi nada valorado, que en épocas de bonanza y paz es ignorado, pero que en épocas de calamidades se le reclama obsesivamente su participación para corregir entuertos del cual él no es responsable en absoluto ya que ni pone ni quita gobernantes; es a él a quien acuden cuando suceden los desastres naturales para que les sirvan de amparo, protección y ayuda; es él quien lo hace desinteresadamente a pesar de los desprecios sufridos y sin esperar ninguna recompensa, excepto algo tan inmaterial y difuso como es el sentimiento del deber cumplido.
Dígale a esos seres humanos, sin demagogia, a ese soldado, a ese guardia nacional, a ese marinero, cuál es el “futuro positivo” que le espera; no le haga mención a un “futuro negativo, obscuro” si se opone a los designios de una patria libre y próspera, ¿sabe por qué?… porque, aunque no lo sea, se oye como una amenaza y a los soldados no nos gusta que nos amenacen.
Tenga presente que para el militar en servicio activo es difícil atender abiertamente a su llamado porque se encuentra en una situación inédita para él, tan inédita que incluso el mundo entero está atento a ella y su desenlace.
Gánese esa quinta esencia primigenia y verá que en el momento preciso la tendrá a su lado, pero olvídese de esos generales y almirantes de ahora o que estuvieron y disfrutaron de las “mieles” de la roboilusión, porque ellos solo velaron y aún velan por y para sí mismos.
En estos momentos el verdadero y único líder para la fuerza armada es usted y no se le ocurra olvidarlos o mantenerlos en la siempre presente ignominia ya que, usted lo sabe muy bien, ellos también tienen cifrada sus esperanzas en usted y solo en usted. ¡No los use, gáneselos!
Ellos, los activos, y nosotros los retirados, así como los familiares sobrevivientes, también hemos sido víctimas de este desgobierno, algo que, insisto, no sucede con los generales y almirantes… y unos cuantos coroneles y capitanes de navío y sus familiares inmediatos que han disfrutado de las máximas prebendas y han servido de imagen y ejemplo para que el común de los ciudadanos sostenga que la fuerza armada es corrupta.
Usted necesita a las mujeres y a los hombres de la fuerza armada de Venezuela y nosotros lo necesitamos a usted. No nos defraude. Sería el apocalipsis nacional.
Febrero, 12 de 2019