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PRIMER AJUSTE AL PROYECTO PARA CREAR UNA ORGANIZACIÓN PRIVADA DE APOYO PARA MILITARES PROFESIONALES, SUS FAMILIARES Y SUS SOBREVIVIENTES ANTE SITUACIONES DE EMERGENCIA DE SALUD O RELACIONADAS CON SU BIENESTAR SOCIAL


 Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

 

“No hay fracaso, excepto el de dejar de intentarlo. No hay derrota, excepto la que nos imponemos a nosotros mismos. No hay ninguna barrera insuperable, excepto nuestra inherente debilidad en cuanto al propósito”.

Elbert Hubbard

(1856 – 1915)

Autor de “Mensaje a García”

 

 

JUSTIFICACIÓN

El bienestar y seguridad social de la Fuerza Armada Nacional ha sido progresivamente atacada por diferentes factores e individuos que la han llevado casi a su extinción.

Así tenemos que nuestro único proveedor de atención, como lo es el IPSFA, se ha convertido, prácticamente, en un ente pagador de jubilaciones y pensiones con el agravante de que, por informaciones recibidas, presuntamente ni siquiera hará eso porque estará limitado a enviar la nómina a la correspondiente Oficina del mindefensa y ésta se encargará de los pagos a través alguna otra plataforma, lo que, a la larga, podría terminar en la transferencia de ésa responsabilidad a otro sistema nacional como podría ser el IVSS u otro cualquiera que se pueda inventar, como el que en este momento se está gestando en la Comisión Permanente de Defensa y Seguridad de la Asamblea Nacional, según la diputada y Mayor General (AVB) Gloria Castillo, quien declaró que,

 

«una nueva organización asumiría la responsabilidad de seguridad social que incluirá a todos los servidores públicos que brindan seguridad a la nación y que se ampliará para acoger también a militares de otros rangos, incluyendo a bomberos, policías y funcionarios de Protección Civil.» (ipse dixit)

 

La estructura a la que hace referencia la citada diputada podría encajar muy bien en la Ley Orgánica de Previsión Social de los Órganos de Seguridad Ciudadana de la República Bolivariana de Venezuela, también denominada como Ley Guardianes de la Patria.

Con esta denominación deja abierta una amplia brecha para dar cabida a los militares en situación de retiro y a los que están actualmente en servicio activo y pasen a la situación de reserva activa, sus familiares inmediatos y sus familiares sobrevivientes; aunque tendría que suceder una de dos opciones; la primera es la reforma del artículo 180 de la novedosa Ley Constitucional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, para excluir a la reserva activa de la Ley Orgánica de Seguridad Social de la FANB; la segunda es que apliquen la misma discriminación que le están aplicando a los familiares sobrevivientes al hacer distinciones donde no debe haber y establecer, tal y como arbitrariamente lo hicieron al negarles el derecho de acrecer, garantizado y ordenado en la LOSSFAN 2015, a los sobrevivientes antes de la entrada en vigencia de esa ley orgánica de seguridad social de la fuerza armada y decidan modificar la LOSSFAN vigente, y excluyan a la reserva activa, sus familiares inmediatos, sus sobrevivientes y otros militares pensionados por lesiones adquiridas durante el servicio activo y en alguna de sus disposiciones finales determine que los actuales integrantes de la reserva activa sean amparados por la nueva ley “Guardianes de la Patria” dejando para los nuevos integrantes de la reserva activa, u otra denominación que le otorguen, a los actuales profesionales en servicio activo.

Algunos abogados, y otros no abogados, saltarán para decir que eso no es posible porque la Constitución es muy clara en ése asunto y, además, es un derecho adquirido. A ellos les hago tres preguntas: ¿acaso la Constitución en su artículo 328 menciona a la reserva activa como parte integrante de la FAN y por lo tanto amparada por la ley de seguridad social para esa FAN?; ¿cuántos derechos “adquiridos” nos han eliminados sin anestesia ni derecho a reclamar?; ¿cuál sería la diferencia entre lo sucedido y ese presunto y latente nuevo despojo?

Téngase en cuenta que la citada ley constitucional no contempla a la reserva activa como parte de la organización de la FANB; lo más cercano que llega a mencionar como integrante en su organización con la denominación de reserva, lo encontramos en su artículo 102, mientras que la denominada como reserva activa, la encontramos en el artículo 180 en el cual se le concede a esas personas el derecho a la seguridad social “según lo disponga la Ley Orgánica de Seguridad Social de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana”, ley susceptible a ser reformada en cualquier momento y en tantas oportunidades, tal y como se hizo con la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, para adaptarla a los requerimientos que se consideren convenientes para su mejor control y beneficios no muy claros.

Tampoco, en esa ley constitucional se hace mención alguna a los sobrevivientes, con lo cual es muy sencillo evadir alguna responsabilidad hacia esas personas en caso de que se modifique la actual LOSSFAN 2015; este escenario catastrófico es aplicable tanto a los familiares sobrevivientes actuales como para aquellos familiares que sobrevivan a los actuales militares profesionales EN SERVICIO ACTIVO, que muy pronto pasarán a la situación de reserva activa.

Ante la inseguridad jurídica que estamos viviendo y que, aparentemente, se extenderá por un largo tiempo, cualquiera de estos escenarios podría cumplirse y es imprescindible anticiparse a esa situación y no esperar a que ella se presente de improviso.

Insisto en que hay que tomar muy en cuenta el campanazo que dio la diputada Gloria Castillo, reforzado con el proyecto de ley que mencionó el diputado Carreño, presidente de la Comisión de Política Interior, quien presentó el anteproyecto de la citada ley de seguridad social para los funcionarios de los órganos de seguridad ciudadana, destacando que,

 

«la propuesta está enmarcada dentro de la Carta Magna y los funcionarios y funcionarias que integran los órganos de seguridad ciudadana son acreedores de los derechos laborales y de seguridad social que le garanticen la salud y la protección en maternidad, paternidad, enfermedad, invalidez, discapacidad, riesgos laborales, pérdida de empleo, vejez, vivienda, entre otros. Agregó que, para atender esta necesidad, se requiere de un instrumento que dignifique al funcionario y se implementen planes y programas eficientes para ellos y sus familiares.»

 

Así mismo aclaró que,

 

«no implicará una carga presupuestaria para el Estado porque se centra en la autogestión y contribución obligatoria de sus beneficiarios para su financiamiento

 

Explicó que el Instituto de Previsión y Seguridad Social tendrá personalidad jurídica y patrimonio propio y estará adscrito al ministerio con competencia en seguridad ciudadana y añadió que,

 

«los fondos que establecerá el instituto son: el de pensiones, de prestaciones a cargo del Estado, el de vivienda, cuidado integral de la salud, contingencia para atención médica, protección del adulto mayor, para la recreación y la educación.»

 

La Asamblea Nacional ya aprobó en primera discusión la citada ley y la misma, en el momento de redactar este escrito, está en fase de consulta pública entre los diferentes órganos de seguridad.

Ante esta futura situación, de muy segura aplicación, más el elefantismo burocrático en que han sumido la seguridad social de la FAN, se hace imposible que exista en la realidad un sistema de seguridad social integral, articulado, funcional y eficiente para la prestación efectiva y oportuna de los servicios de protección social para los integrantes de la Institución Armada, sus familiares y sus sobrevivientes y otros militares pensionados, lo cual podría derivar en la división del bienestar y seguridad social de la Fuerza Armada Nacional en dos ámbitos de aplicación: una exclusivamente para los activos y sus familiares, y otra que será dedicada a los actuales militares profesionales retirados y para aquellos que actualmente están en servicio activo y que, quieran o no, pasarán al retiro, bien sea por fallecimiento, por propia solicitud o por tiempo de servicio cumplido, junto con sus familiares y sus sobrevivientes, que podrían ser transferidos a cualquier sistema de seguridad social donde estén incluidos todos los servidores públicos relacionados con la seguridad de la Nación, cualquiera haya sido su ámbito de responsabilidad y actuación.

Así que, frente a este muy probable escenario y frente a la inocultable falta de protección social que ya estamos padeciendo, desde Generales de División hasta Sargentos Profesionales, sin dejar por fuera a sus familiares, los familiares sobrevivientes y al personal militar, profesional o alistado, pensionado por discapacidad adquirida durante el servicio activo, es donde “encaja” una organización:

 

No burocrática; inclusiva; no dependiente de la administración pública; que pueda prestar ese fundamental y muy urgente apoyo a su afilado para que pueda solventar un evento de emergencia mientras la Administración Pública Militar, o quien tenga la responsabilidad, cubra todos los trámites burocráticos que tenga establecidos.

 

OBJETIVO GENERAL

Crear una organización de carácter privado, sin dependencia alguna del Estado u órganos del mismo, a la que puedan acudir los militares profesionales retirados; los familiares sobrevivientes y otros militares pensionados, e incluso militares profesionales en servicio activo, cuando se les presenten eventos graves y la burocracia del Estado no le pueda dar una respuesta inmediata.

Estará constituida por militares profesionales en situación de retiro, sus familiares inmediatos afiliados, los familiares sobrevivientes, extensivo al militar profesional en servicio activo y sus familiares inmediatos afiliados y sus sobrevivientes; con alcance nacional e internacional, para apoyar de inmediato y eficazmente a sus asociados ante eventos de emergencias relacionadas con su bienestar y seguridad social.

 

VISIÓN

Ser una organización capaz de respaldar a sus asociados en todo lo relacionado con el bienestar y seguridad social a través de asistencia fiduciaria inmediata, como misión principal, para hacer frente a eventos de emergencia de salud tanto de HCM como de medicinas; ortopedia; cuidado por terceras personas; servicios funerarios; casas de cuidados paliativos; casas de retiro; apoyo a través de préstamos solidarios, con intereses menores a la banca, para la adquisición de bienes materiales que le proporcionen bienestar, recreación y mejor calidad de vida.

 

PARA LOS ESCÉPTICOS

Que siempre los hay y ¡son muchos!

Existe una organización muy conocida llamada Fe y Alegría. ¿Ustedes conocen su historia?

Haré un muy breve resumen; ustedes pueden obtener más información en la página https://es.wikipedia.org/wiki/Fe_y_Alegr%C3%ADa o en la página oficial de la organización www.feyalegria.org

El Movimiento Internacional de Educación Popular Integral y Promoción Social Fe y Alegría, es una federación de organizaciones locales que ofrece oportunidades de estudio a los sectores más pobres de la sociedad, además de coordinar procesos de formación a profesores. Su sede principal se ubica en Bogotá, Colombia.

Nació con la Misión, y aún la mantiene, de brindar apoyo a las escuelas desde el nivel primario hasta el post-secundario, incluyendo la formación profesional en poblaciones pobres y marginadas.

Además de esto, ofrece formación a los profesores y oportunidades para que los adultos completen su educación a través del aprendizaje a distancia; promueve la integración al sistema educativo a los niños con discapacidad y organizan campañas para aumentar el apoyo a la educación pública.

Su énfasis es la formación académica, pero también lleva adelante programas que suelen incluir comidas de bajo costo, educación sexual para evitar embarazos tempranos en la adolescencia y programas de recreación.

Funciona en forma de red, en la que participan radios comunitarias, escuelas locales, voluntarios y la organización del movimiento.

Parte de su infraestructura, a 2005, estaba constituida por 53 emisoras de radio; 1.092 planteles escolares; 703 centros de educación a distancia; 876 centros de educación alternativa, para un total de 2.724 unidades de servicio.

Estas unidades de servicio trabajan agrupadas en 1.510 puntos de atención, donde cooperan 38.318 personas, de los cuales el 97% son laicos y la diferencia está constituida por miembros de congregaciones religiosas, más un número indeterminado de colaboradores voluntarios.

Actualmente Fe y Alegría tiene presencia en veintiún (21) países tan diversos como: Argentina; Bolivia; Brasil; Chad; Chile; Colombia; República Dominicana; Ecuador; El Salvador; Guatemala; Haití; Honduras; Italia; Madagascar; Nicaragua; Panamá; Paraguay; Perú; España; Uruguay; Venezuela.

¿Ustedes saben quién fue su fundador, cuándo y dónde nació Fe y Alegría?

Pues, Fe y Alegría nació en el año 1955 en esta TIERRA DE GRACIA; de mano del sacerdote jesuita José María Vélaz con la colaboración del señor Abraham Reyes quién donó una humilde vivienda que estaba construyendo para sí en la entonces conocida "Urbanización 2 de diciembre", actual “23 de enero” el 05 de marzo de 1955 y para el año 1964 ya tenía… ¡diez mil!… (10.000) alumnos en Venezuela y replicó su modelo en otros países obteniendo un éxito similar.

Su experiencia continúa creciendo y multiplicando las esperanzas en los rincones más secretos y profundos de América y del mundo.

De allí se acuñaría una de las frases más célebres del movimiento educativo:

 

“Fe y Alegría comienza donde termina el asfalto, donde no gotea el agua potable, donde la ciudad pierde su nombre”.

 

Ahora pregunto: ¿cómo hicieron dos hombres sencillos, humildes, sin recursos, lograr la escolarización de diez mil (10.000) jóvenes venezolanos entre 1955 y 1964, es decir, en tan solo … ¡nueve (09) años! …?; ¿acaso eran hombres súper dotados; tenían bolsas y más bolsas de morocotas de oro enterradas?; ¿no habrá sido porque tenían FE en lo que se proponían y una firme voluntad de lograrlo contra viento y marea?; ¿por qué nosotros, hoy día, dudamos que se puedan alcanzar grandes objetivos?, …y siguiendo nuestra trillada y vapuleada historia, ¿acaso Bolívar y otros héroes dudaron de sus fuerzas y capacidades para llevar adelante la lucha por la libertad e independencia de tantas naciones suramericanas?

No tengo respuestas para esas interrogantes, ¿y ustedes?

A su disposición tiene el correo acjc.seguridadsocial@gmail.com para tratar exclusivamente lo relacionado con ésta propuesta.

Se agradece NO ENVIAR mensajes con contenido:

- político nacional o internacional;

- mensajes de felicitación,

- emoticons; gif;

- vídeos;

- fotografías;

- audios, aunque estén relacionados con éste tema;

- onomásticos o efemérides;

- alertas;

- nada, absolutamente nada, que no tenga relación con el asunto tratado en este escrito y los sibsiguientes.

Gracias por su colaboración y comprensión.

Febrero, 10 de 2022

_______________________

Ley Constitucional de la FANB

Organización

Artículo 22. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana está organizada de la siguiente manera: la Comandancia en Jefe, el Ministerio del Poder Popular para la Defensa, el Comando Estratégico Operacional, los Componentes: Ejército Bolivariano, Armada Bolivariana, Aviación Militar Bolivariana, Guardia Nacional Bolivariana, la Milicia Bolivariana como componente especial, las Regiones Estratégicas de Defensa Integral y los diferentes escalones operativos del Sistema Defensivo Territorial, que funcionan de manera integral dentro del marco de su competencia para el cumplimiento de su misión, con un régimen de seguridad social integral propio, según lo contemplado en su respectiva ley orgánica.

De Reserva

Artículo 102. Pertenecen a la categoría de Reserva, los venezolanos y venezolanas que aprueben los cursos especiales de formación de Oficiales o Tropa Profesional establecidos para tal fin, acreditados mediante Resolución del Ministerio del Poder Popular para la Defensa u Orden General según corresponda, debiendo ejercer las funciones militares de acuerdo al reglamento respectivo.

Derecho a la Seguridad Social

Artículo 180. El personal militar en situación de actividad o de reserva activa, así como sus respectivos familiares calificados, tienen derecho a un régimen de seguridad social integral propio, mediante un sistema de protección que comprende el cuidado de la salud, pensiones, vivienda, otras prestaciones dinerarias y demás beneficios, según lo disponga la Ley Orgánica de Seguridad Social de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

La Tropa Alistada y la Milicia Bolivariana movilizada mientras se encuentren en servicio activo, tienen derecho a la protección y cuidado integral de la salud, en los términos de la Ley Orgánica respectiva.


 

Quejas, quejas y más quejas y

cada vez más desprecio

 

Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

 

Precisamente ayer un viejo conocido; que guarda estrecha amistad con varios militares profesionales retirados y con otros aún en servicio activo; me comentaba que era imposible mantener una conversación con cualquiera de ellos, incluyéndome, y que no sacaran a relucir la pésima situación económica en la que estaban sumidos; que si los hospitales militares estaban destruidos; que el círculo se volvió un club privado para rusos, chinos, políticos de ambos bandos y que jamás pueden conseguir alguna habitación en cualquiera de sus hoteles porque casi todas están inservibles u ocupadas por los personajes antes citados; se quejan de que el IPSFA es un cascarón vacío que no cumple con sus responsabilidades de seguridad y bienestar social, no tiene medicinas, sus clínicas están abarrotadas, sus sucursales están burocratizadas y en muchas de ellas maltratan a las personas de la tercera edad y casi nunca tienen respuestas para las necesidades de cualquier afiliado, sin importar si están o no en servicio activo y muy especialmente con los sobrevivientes que, prácticamente, son ignorados totalmente, no existe apoyo o crédito para adquirir o reparar una vivienda y que la última responsabilidad que le queda es pagar las pensiones; que el seguro [Horizonte] era inservible y no tienen ningún tipo de cobertura porque el ministro de la defensa no paga la prima que le corresponde y cuando lo hace, en realidad esa cobertura solo sirve para pagar la entrada a cualquier clínica y para más nada; que si la caja de ahorro está muy cerca de ser una caja estafadora ya que solo sirve para vender una bolsa de alimentos de la peor calidad que la más mala y más pobre bolsa de alimentos de otras instituciones; que si los sueldos y pensiones son una burla, una limosna; que a los militares retirados y sobrevivientes que viven en el exterior no les pagan sus pensiones; que algunos han llegado a creer que la intención más oscura es acabar con todos los viejos; otros están convencidos de que esas insuficiencias tienen un “saborcito de venganza” de ciertos personajes muy conocidos en contra de los más viejos soldados y sus familiares que, en los años sesenta, derrotaron militarmente a la peste cubano-comunista-traidores venezolanos.

Así estuvo parloteando un largo rato mi amigo, sin darme oportunidad de responderle en algún momento; cuando detecté que ya se le estaba agotando la lista de las cosas que había oído sobre nuestra situación de bienestar y seguridad social, lo interrumpí para tratar de explicarle algunas cosas y sobre todo las razones y quienes eran los verdaderos responsables de todas esas deficiencias.

Comencé por darle toda la razón sobre lo que había dicho porque todo eso es inocultable y absolutamente cierto.

No le pregunté si alguno de esos profesionales le dio una respuesta o justificación sobre por qué sucedía eso, pero sí le pregunté qué pensaba él sobre esas opiniones y me respondió que la impresión que tenía es que, a pesar de no tener la certeza, más no la duda de todo el drama que padecían, opinaba que los militares son unos quejicas e incapaces de hacer nada, por nada, ni siquiera por ellos ni por nadie; en esta última expresión […ni por nadie] dejó caer el respectivo piquete al revés.

Dejé el tema hasta allí, pero sí me dejó la intriga del porqué no hacemos nada ante esa situación.

Vamos a ver, la lista es larga, pero si lo observamos bien se reduce a solo tres puntos neurálgicos:

1. Características particulares anquilosadas en el militar venezolano, en especial aquellos antes de la involución abisal instaurada a partir de 1999.

2. El sistema de seguridad social para la fuerza armada y la ley que lo rige.

3. Quienes son los verdaderos y únicos responsables del desastre e insuficiencia de nuestra seguridad social.

Trataré de explicar cada uno de los puntos anteriores no sin antes advertir a mis gentiles y sobre todo pacientes lectores que probablemente puedo herir algunas susceptibilidades, si ese fuere el caso, lo siento.

***

Primera parte

Características particulares anquilosadas en el militar venezolano, en especial aquellos antes de la involución abisal instaurada a partir de 1999.

Lo que expondré más adelante está referido únicamente a la actitud y evolución del militar profesional ante la conculcación de sus derechos y beneficios sociales, muy próxima a su “auto suicidio” [recordemos quien acuñó la expresión] y la descarada violación de los derechos humanos, muy cerca del genocidio, como lo son:

- derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así mismo y a su familia, la salud, el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; el derecho a los seguros en caso de enfermedad, invalidez, viudez, vejez (Seguridad y bienestar social); derecho a la vida;  derecho a la igual protección ante la ley; derecho al recurso efectivo ante tribunales competentes; derecho al descanso; derecho a un nivel de vida adecuado; derecho a la paz Tener y vivir en paz no solo quiere decir no vivir en guerra, sino que implica la satisfacción de las necesidades básicas, un desarrollo económico, social, político y cultural garantizado; el respeto al medio ambiente y la exigencia de la justicia y conocimiento de la verdad, así como el asilo. De este modo, la paz es una consecuencia de la satisfacción y existencia de los otros Derechos Humanos y, por ende, también inherente a todo ser humano»); derecho de que estos derechos, valga la redundancia, no sean suprimidos en ninguna circunstancia, ni por persona alguna sea quien sea ni el poder que ostente.

Como axioma final a los efectos de esta parte del escrito tenemos que:

«…ningún punto de la Declaración Universal de los Derechos Humanos podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para desarrollar actividades de supresión de los derechos y libertades proclamados en la Declaración.»

¿A qué viene lo anterior?

El hecho es que, se quiera o no, todos los militares egresados de los diferentes institutos docentes de las FF.AA.NN. nacimos, crecimos y nos desarrollamos bajo el imperio de aquel muy famoso, severo y aplicado a-raja-tabla, Reglamento de castigos disciplinarios Nº 6; inconscientemente lo incorporamos a nuestra particular forma de ser, pensar y actuar. Téngase en cuenta, constantemente, que ése reglamento fue aprobado el 31 de enero de 1949 y estuvo en vigencia hasta el año 2014… ¡sesenta y cinco (65) años!

A los efectos de lo dicho resalta el recontra usado artículo 4º

Contra las órdenes abusivas, quedará al inferior, después de obedecer, el recurso de queja ante el inmediato superior de aquél que dio la orden.

¿Y quién era el valiente, en ésa época, que acudiría al Mayor 2º comandante o al primer comandante para ponerle la piedra al Capitán de su compañía, en especial aquellos señores Capitanes de nuestra época?, actualmente, ¿quién o quiénes son los valientes que se atreven reclamar severamente y con todos los medios y procedimientos legales, nacionales e internacionales que se les restituyan los derechos conculcados y se respeten todos ellos?; son muchos los que alegan que no lo hacen por temor de perder las pensiones y los beneficios de nuestra seguridad social, y yo me permito preguntarles ¿cuál miserable pensión? ¿cuáles beneficios de nuestra seguridad social?

Seguimos, el artículo 6º

Estará prohibido proferir, ni tolerar a ningún subalterno, murmuraciones contra la Instituciones de la República, ni de los estados, ni contra las leyes, decretos o resoluciones o medidas, dictadas o tomadas por cualquier autoridad legítimamente constituida.

Para rematar, porque sería demasiado largo la argumentación, encontramos el artículo 46º

Las órdenes deben ser cumplidas sin dudas ni murmuraciones, porque el superior que las imparte es el único responsable de su ejecución y de sus consecuencias…,

aquí, resaltado en negrillas está un elemento ya inmerso en el punto 3º de este escrito; y aún hay más que refuerza esto último, el artículo 46º, en su parte final dice:

Al inferior sólo le queda el recurso de queja, pero después de haber obedecido. Mientras tanto, únicamente puede pedir aclaraciones cuando la orden recibida la parezca oscura, o cuando crea que lesiona profundamente su derecho.

Todo lo anterior, que al día de hoy puede ser considerado castrante y un limitante para exigir respeto a nuestros derechos, quedó grabado con fuego en “los genes de nuestra profesión”, tanto así que muchos consultores jurídicos, tanto del mindefensa como del IPSFA, se han atrevido insistir en que cualquier reclamo de parte de los que nos encontramos en situación de retiro, e incluso los familiares sobrevivientes, debe ser hecho en forma individual, personal y a través de los “canales” regulares; creo que muchos de estos abogados están totalmente desubicados ya que omiten los procedimientos legales disponibles para cualquier ciudadano no sujeto a la legislación militar y los que estamos en la situación de retiro dejamos de estar sujetos a esa citada legislación, excepto para los casos en los que se revelen secretos de seguridad de la nación obtenidos durante el ejercicio de la profesión.

Como consecuencia de lo anterior, los que nos encontramos en situación de retiro, la inmensa mayoría, acepta indefectiblemente las arbitrariedades de aquellos que en este momento están en servicio activo, y regresan inconscientemente a la vieja y superada condición de subalternos y solo se limitan a quejarse, a murmurar y derivar la responsabilidad de reclamar a otros y enrostrarles el por qué no hacen nada, mientras los afectados se refugian en sus penas y quejas, sin ni siquiera apoyar o alentar a aquellos militares profesionales que sí deciden por cuenta propia y a sus solas expensas, acudir a los tribunales para exigir que se respeten sus derechos y que se les restablezca todos aquellos que fueron conculcados. Ejemplos de esto último son numerosos.

***

Segunda parte

El sistema de seguridad social para la fuerza armada y la ley que lo rige.

De entrada y sin tapujos.

Nuestro sistema de seguridad social es un enorme desastre, una anarquía y un feudalismo insufrible. Así de sencillo.

Las razones son múltiples y la solución pasa por:

1. De nuestra parte reconocer y aceptar que, aunque estamos en situación de retiro, seguimos siendo militares y así lo establece la nueva Ley Constitucional de la FAN.

2. Rechazar la idea y la proposición de algunos, quizás resentidos, según la cual a partir del momento en el que pasamos a retiro dejamos de ser militares y pasamos a ser simplemente ciudadanos, sin profesión alguna. Ésta absurda proposición refuerza el punto anterior ya que, si no nos consideramos militares, entonces no nos corresponde lo que contemple la legislación sobre seguridad social para la FAN y si eso es así ¿qué tenemos que reclamar?

3. Rechazar la propuesta de algunos, incluyendo los mencionados en el punto anterior que sostienen, al igual que aquel nefasto e innombrable general (así, en minúsculas) que propuso pasar al IVSS a todos los militares retirados y los familiares sobrevivientes; idea que persiste hoy en día en los planes de algunos integrantes de la administración militar y en algunos retirados, tal y como sucede con uno que reside en el exterior que en una oportunidad dijo, acertadamente, que la seguridad social era; palabras más o palabras menos; desastrosa, y que era necesario llegar a la unificación de todo lo que tuviera que ver con la seguridad social en el país, bajo una sola ley, y sugirió incluir a la FAN. Es comprensible ése lapsus debido a la cantidad de años de residencia en el exterior y por lo tanto su desconexión con algunas cosas que han sucedido en nuestro país, entre ellas la aprobación y vigencia de una Ley orgánica del sistema de seguridad social que rige la seguridad social en nuestro país.

Adicionalmente es oportuno recordar que es un mandato Constitucional que la seguridad social de los integrantes de la FAN se regirá por una ley orgánica específica para la Institución armada.

Por cierto, la Ley Orgánica del Sistema de Seguridad Social tiene unos artículos interesantes que, quizás, si el tiempo terrenal no me atropella, los expondré ya que tienen bastante que extraerles.

4. Acabar, así como se escribe y se oye, con los feudos arraigados en nuestra seguridad social.

5. Acabar, ídem, con las improvisaciones y sobre todo con los absurdos nombramientos de personas que no tienen PI (libre interpretación) de lo que es esa “cosa” que mientan como bienestar y seguridad social y por lo tanto se limitan al “dulce no hacer nada, pero sí hacerme millonario”, como ya sabemos que ha sucedido en muchas ocasiones.

6. Revisar la LOSSFAN y transformarla en una ley orgánica - ¿constitucional según la última moda? - que esté orientada al verdadero bienestar y seguridad social; que reúna todos los elementos que, de una u otra forma, constituyan el único y real Sistema Integral de Bienestar y Seguridad Social de la FAN.

La redacción de esa ley no debe, no puede, quedar en manos exclusivas de abogados y políticos amparados en la muy falsa premisa según la cual “ellos son los únicos capaces de redactar una ley”, porque las leyes tienen la finalidad de regular ciertos aspectos de la vida diaria de los ciudadanos y, en nuestro caso específico, regular la obligación del Estado de cumplir con el derecho humano universal de la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; derecho a los seguros en caso de enfermedad, invalidez, viudez, vejez; derecho a la vida y no regular el derecho de los ciudadanos a recibir esos beneficios, pero normalmente los legisladores sólo piensan en el costo que representará para el Estado cumplir con esas obligaciones y siempre buscarán la vuelta para que esos beneficios estén lo más restringidos posible, por eso, en la discusión de nuestra ley de seguridad social tenemos que estar presente y ser actores y no mirones de palo todos los que nos veremos afectados por las restricciones que siempre van a pretender imponer los abogados y políticos legisladores.

***

Tercera parte

Quienes son los verdaderos y únicos responsables del desastre e insuficiencia de nuestra seguridad social.

En oportunidades anteriores he señalado a solo dos responsables, pero en realidad existe uno más que no es tangible.

Veamos al primero y principal responsable, casi el único responsable claramente señalado en nuestra LOSSFAN-2015.

Ese no es otro que la persona que ocupa el cargo de ministro del poder popular para la defensa desde hace aproximadamente siete (07) años, tres (03) meses y once (11) días a la fecha de este escrito; me refiero al ciudadano General en Jefe Vladimir Padrino López, quien hasta la fecha no ha hecho absolutamente nada por nuestra seguridad y bienestar social; todo lo contrario, desde su arribo a su actual cargo nuestra seguridad social se deterioró hasta traernos a la actual situación de indigencia; realmente desconoce o no le importa un ápice lo que dice la Constitución de la República ni muchísimo menos nuestra LOSSFAN 2015, ni siquiera tiene el sentido de humanidad ni compasión. Mansamente ha aceptado las imposiciones del verdadero Poder detrás del Poder, complaciéndolo en su sed de venganza por lo sucedido algunos gloriosos años atrás cuando éramos soldados de verdad.

El segundo responsable somos nosotros mismos que sólo nos limitamos a quejarnos, quejarnos y quejarnos; exigiendo a sus pares que hagan algo para solucionar el problema, e incluso criticando ácidamente a quienes; por cuenta propia; se dedican a la búsqueda de un paliativo, una alternativa reforzadora; así como sentar consciencia sobre la responsabilidad que tiene cada uno, pero nunca faltan los príncipes; con vaso de whisky 30 años en la mano; que critican y dicen que nada de lo que se propone es posible, pero esos príncipes son tan escasos de neuronas y gónadas que se les hace imposible hacer una propuesta ¿o será que sienten un placer cercano a un orgasmo cuando critican a los que si quieren trabajar en una solución?

El tercer elemento es intangible. Es ésa sensación de que todo se acabó, que ya no hay esperanza y solo resta refugiarse en la oración que corresponda a la religión que se profesa; pedir clemencia y compasión a la deidad en la que cada quien cree; convencidos de que contra el Poder no hay recursos que valgan.

A todo esto, hay que sumarle el desconocimiento de nuestros derechos y los procedimientos que se deben seguir, pero eso sí, nos hemos vuelto “doctores” en politiquería; en feroces toros de lidia para embestir cualquier trapo rojo que, uno detrás del otro, nos muestren desde el “oficialismo”, o desde la pusilánime oposición.

Todos olvidan que Ése Ser Supremo, sea quien sea Él, también otorgó a cada ser humano algo llamado “libre Albedrío”; así como también se debe tener presente el proverbio popular, pero no bíblico:

“AYÚDATE QUE YO TE AYUDARÉ”

Seguro que más de uno me replicará, muchas palabras y poca acción, en definitiva, ¿qué propones?

Mi respuesta es:

1. Unión. Unir esfuerzos, acabar con las diferencias absurdas y la dispersión de esfuerzos.

2. Firme resolución de buscar alternativas. Particularmente tengo una idea, una muy posible alternativa en vías de planificación.

3. Lograr, apoyar para alcanzar una no dependencia exclusiva del Estado, al contrario, obtener el poder suficiente para obligar a sus administradores, “NUESTROS EMPLEADOS”, a que cumplan con sus obligaciones y actúen ajustados a las leyes que rigen la materia de seguridad y bienestar social y adicionalmente, podamos reforzar esos beneficios y derechos y disfrutar de otros colaterales que se reflejen en una mayor calidad de vida.

4. Dejar de un lado el protagonismo y actuar como aprendimos en nuestros cursos donde vimos las asignaturas de Plana Mayor y Estado Mayor, ¿qué nos impide actuar así?, sin imposiciones de grado y antigüedad, siendo esto último, gracias a la vanidad y el protagonismo, lo que más nos perjudica.

Para esto es necesario tener fe, convicción, férrea decisión de salir de éste atolladero, buscar alternativas, dividirse el esfuerzo y tener confianza de que sí se puede alcanzar el propósito deseado.

¿Quijotes contra molinos de viento? ¿por qué no, si al final terminamos derrumbando esos molinos que perjudican nuestra calidad de vida y la de nuestra familia? ¿acaso no merecemos una mejor vida?

El proyecto está en pie, algunos ya tienen idea sobre qué trata, su propósito inmediato, medio y final. He recibido palabras alentadoras y otras no tanto y bastantes críticas en el sentido de que se le quita responsabilidades al Estado y a quienes lo administran, pero realmente prefiero quitarle eso a unos mercenarios y no morir abandonado, enfermo en alguna pocilga de hospital; aun cuando pagamos y seguimos pagando para que se nos atienda en nuestros hospitales y de los cuales somos rechazados después de haber entregado nuestra juventud, nuestra vida, familia, los momentos maravillosos como es estar en el momento del nacimiento de un hijo, participar de los sucesos felices o tristes en sus vidas, solo por mencionar algunos fugaces instantes que nos perdimos cuando estábamos en servicio activo y nuestras obligaciones profesionales estaban por encima de nuestras familias que, gracias a nuestras valiosas e irremplazables compañeras de vida nuestros hijos salieron adelante.

Lo dejo hasta aquí, porque... ya hay mucha nostalgia y comienza a aflorar mucha arrechera por lo que nos sucede. Disculpe usted.

Febrero, 05 de 2022

 

 

Para la

GUARDIA NACIONAL

y para la

GUARDIA NACIONAL BOLIVARIANA

 

Coronel (EJ-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

 

Hoy, 4 de agosto, se cumplen 84 años de aquella Guardia Nacional de las Fuerzas Armadas Nacionales que conocí en mi juventud; una Guardia Nacional que era respetada y admirada por los ciudadanos; una Guardia Nacional que con sus defectos, pero con muchos más méritos, brindaba seguridad y apoyo a los ciudadanos, en especial en aquellos medios rurales, en los confines de la patria, donde pude apreciar su ardua labor en mis recorridos por esos rincones durante la guerra contra los ñángaras que intentaron apoderarse de nuestro país y que hoy, lamentablemente, lograron apoderarse de él gracias a las alevosas traiciones de ciertos personajes.

Deseo felicitar a esos hombres y mujeres que militaron en aquella Guardia Nacional, así como también a sus familiares y sus sobrevivientes quienes fueron los bastiones inamovibles para que esos Distinguidos, Cabos Segundos, Cabos Primeros, Sargentos y Oficiales pudieran cumplir con su delicada misión.

Pueden estar seguros de dos cosas: una, la misión fue cumplida; otra, nadie, nunca, podrá hacer desaparecer a aquella Guardia Nacional ni podrá impedir que renazca una totalmente nueva Guardia Nacional cual Ave Fénix que campea en sus parches.


A la Guardia Nacional Bolivariana solo le diré:

 

 

“Cuando los oficiales persiguen intereses personales oprimiendo al pueblo llano, éste es el verdadero comienzo del fin de la una nación” (1)

Yagyu Munenori

¿? 1571 - 11 de mayo de 1646

“Un Libro Hereditario en el Arte de Guerra”

 

Agosto, 04 de 2021

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(1) Totalmente válido para toda la FANB.



 

 

¿CUÁNTO VALE LA VIDA DE UN SOLDADO?

 

 

Coronel (Ej-Ven) Manuel A Ledezma Hernández

 

 

Antes preguntémonos:

 

¿Cuánto vale la vida de un ser humano?

Para comenzar, debemos estar claros que la vida de un ser humano no tiene un valor que se pueda calcular y esto es porque todo depende de quién fija dicho valor el cual jamás será el mismo que le otorgan las sanguijuelas aseguradoras, o los patrones explotadores, o los traficantes de personas, comparado con el valor que le puede atribuir una madre.

 

Generalmente recurrimos a formas contables como el dinero, tal como lo hacen las compañías de seguro, y todos sabemos que es un valor irreal y que siempre será a favor de la empresa aseguradora porque ella impone condiciones para reconocer el pago de un siniestro de pérdida de vida.

 

¿Por qué el más alto valor lo podría decidir una madre?, porque ella y solo ella sabe lo que le costó parirlo, acariciarlo, cuidarlo, alimentarlo, curarlo, velar por él o ella día y noche, prepararlo para que pueda desenvolverse en el entorno social que lo rodea; una madre conoce de sus sufrimientos y sus esperanzas, sus dolores, sus ilusiones y decepciones y siempre estará a su lado para ayudarlo, amarlo, defenderlo, aunque ese descendiente no se lo retribuya adecuadamente e incluso la maltrate; esto solo tiene un significado: la vida no tiene un valor tangible, ese valor viene dado solo por la medida en que cuidamos, tocamos, amamos, miramos, intercambiamos experiencias con el ser humano que es dueño de esa vida.

 

Entonces, ¿cuánto vale una vida?… tendrá el valor según la profundidad de ese sentimiento intangible que sentimos por un ser humano cercano y que se denomina ¡amor!

 

Dicho lo anterior, entonces:

 

¿Cuánto vale la vida de un soldado?

Pero antes tenemos que saber, conocer, quién o qué es un soldado.

 

Un soldado, profesional o no, Oficial o Sargento, es un ser humano que siente, padece, ama, llora; un soldado es un hijo, un hermano, un novio o novia; un padre o madre, un cónyuge; que escogió ser militar por voluntad propia, que decidió seguir el apostolado de las armas anteponiéndolo a su propia vida, su familia y el bienestar de ambos con el sólo propósito de ser útil a su país y a quienes en él viven y esto sólo lo entienden y lo interiorizan aquellos que cumplieron su servicio en cualquier fuerza armada y los que aún se encuentran en servicio activo.

 

¿Todos los militares son honestos e incorruptibles?… ¡por supuesto que no!… como tampoco lo son los ductores de cualquier religión, los médicos, los ingenieros y cualquier otra profesión, excepto los políticos porque en ellos la honestidad es la cualidad más extraña.

 

Entonces, ¿cuánto vale la vida de un soldado? Ella vale, con creces, mucho más que el doble del amor de una madre o de un padre, ¿verdad señor Capitán de Navío?; y eso es porque a lo anterior hay que sumarle el amor que le atribuyen sus compañeros de lides, sus subalternos, sus superiores y todas las personas allegadas a los antes mencionados y aquellos que hemos pasado por el dolor de perder a un soldado en combate, ¡eso jamás se olvida! sin embargo, existe una triste excepción y ella reside en esta ahora Tierra en Desgracia.

 

Aquí, en Venezuela, la vida de un soldado parece que vale menos que un barril de zurullos o excrementos que no sirven ni siquiera como abono.

 

Entremos en calor.

 

En Venezuela sucede un curioso fenómeno y es que, nadie tiene la culpa de sus propias acciones, decisiones y errores, ¡LA CULPA SIEMPRE, SIEMPRE ES DE OTRO Y JAMÁS DE QUIEN SE EQUIVOCA O ACTÚA MAL!

 

Específicamente, y en lo que concierne a este escrito, la culpa de toda la desgracia y la ruina del país y de la casi totalidad de sus residentes; excepto para aquellos que medran dentro y alrededor de la cúpula del desgobierno, incluyendo a los manganzones políticos de la cómplice oposición tipo “A” y “B” con el títere de turno a la cabeza; es atribuida única y exclusivamente a los militares y jamás el venezolano admite, ni admitirá, que estamos encharcados en este pantano por voluntad propia cuando colocamos, y seguimos colocando y colocaremos en el poder, a los mismos mafiosos predadores y presuntos genocidas a través del voto. Algunos dirán… ¡los militares también ejercen el derecho al voto!, es cierto, pero les pregunto… ¿ese porcentaje de votos es tan elevado que logra decidir una elección?

 

Dicho lo anterior regresemos a nuestro asunto y aquí voy con los militares, no con los institucionales, los soldados de corazón, pero sí con los que son bolivarianos y sobre todo “bolivaristas”, o mejor dicho… “dolaristas”, que representan un muy alto porcentaje de Coroneles, Capitanes de Navío, Generales y Almirantes, para ello basta ver sus actuaciones y sus deplorables declaraciones.

 

De todos son más que conocidos los acontecimientos en el estado Apure, en especial el asesinato, la masacre acaecida el pasado fin de semana y cuya responsabilidad tiene que ser atribuida, en primera instancia, al Alto Mando Militar en su condición de actor intelectual; a los comandantes de REDI, ZODI y comandos subalternos responsables de la planificación, en su condición de cómplices necesarios y, por supuesto, a los que ejecutaron la matanza por su condición de asesinos.

 

En los diferentes vídeos que han circulado pudimos apreciar a un grupo de gordos ¿generales y almirantes?, con impecables uniformes de campaña diseñando su estrategia –recuerde que un “general” es un estratega– cual gallina escarbando con sus patas en el suelo en busca de alimento, pregunto: ¿esos son los generales y almirantes que planificarán una guerra contra las fuerzas armadas colombianas o con las fuerzas armadas británicas y de la Mancomunidad de Naciones constituida por 54 países con una población aproximada a 2.584.952.000?… ¡por favor!

 

Claro, cómo van a estar entrenados y capacitados para el combate si solo están preparados para cuidar mercados, vender cebollas, papel y toallas sanitarias y planificar el empleo de subalternos para cuidar estaciones de aprovisionamiento de combustibles con su respectiva “rentabilidad”.

 

Adicionalmente, para complementar lo anterior, ha circulado por la red una comunicación, de fecha 30 de marzo de 2021, presuntamente emitida por el Almirante en Jefe, Comandante Estratégico Operacional, ordenando a los Mayores Generales y Almirantes, Comandantes Generales de Componentes, que las unidades designadas para reforzar a las ya establecidas en el estado Apure, deben recibir capacitación para el uso de armas, equipos y materiales de combate, apoyo de combate y servicios de apoyo de combate, pero cuando uno detalla las “asignaturas” con las cuales deben ser capacitadas se concluye que son asignaturas de un curso básico que se imparte, o se debería impartir en los primeros meses de entrenamiento para el combate individual y no para un personal militar profesional que, se supone, pasó por los distintos institutos académicos que los capacitó y certificó como militares profesionales; esto, en caso de ser cierta esa comunicación, deja en clara evidencia la pobre calidad de instrucción, capacitación y calificación del personal militar profesional en todas sus categorías.

 

Por otra parte, es tal el desprecio hacia los militares profesionales subalternos que basta comparar el trato y consideraciones dadas a un facineroso y el ningún trato, o consideraciones, a los militares profesionales víctimas de asesinato ¿premeditado? en el estado Apure.

 

Pero no solo es criticable el desprecio de parte del Alto Mando Militar y de la cosa esa que se autocalifica como Comandante en Jefe, también es criticable el total y absoluto desprecio demostrado por las cómplices “oposiciones” tipos “A” y “B”, con el utópico presidente interino al frente que también ha guardado un silencio despreciable y solo se ha limitado a hacer responsable a quién dice ser el presidente de esta Tierra en Desgracia.

 

En resumen, el soldado venezolano solo es una ficha desechable que puede ser usada en cualquier capricho que se le ocurra a los altos jerarcas de la administración militar bolivariana; militar porque usa uniforme de militares; militar porque tiene armas militares.

 

Dios y la Virgen del Carmen acojan en su reino a esos jóvenes mártires, hagan posible la pronta recuperación de los heridos y traumatizados psicológicamente, otorguen fortaleza a sus familiares, amigos y compañeros, pero sobre todo otorguen luces a esos mismos compañeros para que actúen según les dicte su conciencia, compañerismo y espíritu de cuerpo.

 

Abril, 28 de 2021