CHATARRA MILITAR
Coronel (Ej-Ven)
Manuel A Ledezma Hernández
El soldado es el ejército.
Ningún ejército es mejor que sus
soldados.
El soldado es también un ciudadano.
De hecho, la mayor obligación y
privilegio de la ciudadanía es el de llevar armas por su país.
George S. Patton Jr.
¡Claro que para quien se considere militar, aún en retiro, es emocionante
ver un desfile militar!... ver la marcialidad y la sincronía en los movimientos
de los seres humanos que pasan frente a uno; ver las armas con las que cuentan
esas fuerzas armadas, eso trae a nuestra memoria viejos tiempos.
En esas demostraciones de orden, disciplina y poder, se puede observar
equipos, vehículos aéreos, terrestres y hasta anfibios, que forman parte de ese
poder militar y que, en el transcurrir del tiempo se convierten en chatarra,
incluso sin haber sido usados… ¡afortunadamente!… y todos los países, sin
excepción, producen ese tipo de desechos, chatarra metálica con destino
incierto, pero existen algunos países donde eso no ocurre y el ejemplo más palpable
y patético lo encontramos en esta otrora Tierra de Gracia.
En Venezuela, dentro de la denominada FANB, se producen dos tipos
de chatarra.
La primera es la tradicional, constituida por la obsolescencia de los
equipos o por la desincorporación anticipada, y por lo tanto injustificada, de
algunos de ellos con el propósito de hacer negocios que dejan sustanciosas
ganancias a quien los “mercadea”.
La segunda, la más inverosímil por su crueldad, es la chatarra humana.
¿Por qué incluyo una novedosa producción de chatarra que denomino “humana”?
No hay que investigar mucho; basta con observar cómo sobreviven los
militares profesionales de nuestro país, de todos los grados y jerarquías, que
han pasado a un mítico, inexistente, “honroso retiro” ahora denominado
con la disparatada dicotomía de “reserva activa”, ya aceptada e interiorizada
en la mente de los más viejos y de los más jóvenes soldados que se encuentran
en situación de retiro; basta con ver como sufren sus familiares y cómo
soportan, con desconocida fuerza los padecimientos y privaciones los familiares
sobrevivientes; todos con jubilaciones y pensiones paupérrimas, muchas por
debajo del salario mínimo en contravención de lo que ordena la Constitución
Nacional, la cual no hace excepciones, además de que NINGUNA LEY U OTRA
DISPOSICIÓN LEGAL ESTÁ POR ENCIMA DE ELLA, Y AUNQUE ES UNA REDUNDANCIA, SE
INCLUYE LA LEY ORGÁNICA DE SEGURIDAD SOCIAL DE LA FAN (LOSSFAN) VIGENTE; descuentos
injustificados porque no hay contraprestación por ellos tal y como sucede con
el descuento para Seguros Horizonte que no brinda ninguna cobertura, el
descuento para hospitales militares que están congestionados por atender a
personas no militares y por carecer de los insumos necesarios, el descuento
para el IPSFA que no presta ningún tipo de servicio relacionado con la salud bajo
la excusa de que carece de los recursos necesarios por falta de presupuesto;
decomiso, eliminación, sustracción, el calificativo que sea, de los derechos
socioeconómicos adquiridos en franca violación de todas y cualquier disposición
nacional o internacional como lo son los Derechos Humanos y que guardan
relación con la conservación de la salud, de la vida, del bienestar social y
cualquier otra relacionado con los derechos y beneficios social a los que está
obligado a prestar el Estado.
¡Y eso no es todo!... alerta para aquellos militares profesionales que
están recibiendo jubilación o pensión bajo la figura legal y derecho adquirido
según los cuales cualquier fracción anual superior a seis meses de servicio es considerada
como un año a los efectos de la jubilación o la pensión. En el IPSFA se está “cocinando”
algo al respecto.
No importa que usted haya sido un excelente profesional, no importa que
usted haya cumplido al pie de la letra sus deberes y obligaciones, anteponiéndolos
a su salud, su bienestar, a su integridad física ni su mayor sacrificio como lo
fue dejar en planos inferiores lo más sagrado para el ser humano… ¡su
familia!… nada de eso les importa a quienes, por ley, son los únicos
responsables de nuestra seguridad y bienestar social; a ellos no les preocupa
porque esas necesidades las tienen cubiertas hasta su tercera generación… ¡y
usted que se muera, o busque como solucionar su problema!
¿Soluciones?… ¡las hay!… algunas escapan de nuestras manos, aunque no
mucho; otras, la mayoría, sí están en nuestras manos y lo peor de todo es que sí
sabemos cuáles serían esas soluciones, pero no nos da la gana de aplicar
ninguna porque la molicie, la indiferencia, la comodidad, el miedo, la
esperanza puesta a la orden de falsas promesas y cantos de sirenas, la
desconfianza entre nosotros mismos y lo más arraigado en nuestro subconsciente…
¡mañana es otro día y llegará el mesías, el caudillo que solucionará todos
nuestros problemas!
¡Adelante, sigamos creyendo en todo eso, no se preocupen, nos
convertiremos en “creyones” y nos utilizarán para escribir en las paredes hasta
el infinito… ¡en revolución y comunismo vivimos mejor!
Septiembre, 25
de 2022
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